OPINIóN

Educar la esperanza

Esta vuelta a clases necesita conjugar la inclusión y la calidad educativa donde también se valore el rol docente.

La vuelta a clases, bajo el Ojo de Perfil.
La vuelta a clases, bajo el Ojo de Perfil. | Pablo Cuarterolo

El inicio de los ciclos lectivos en Argentina siempre dio que hablar, y si no recordemos ese memorable discurso en una escuelita en Tartagal, Salta, allá por el 96’, en el que se nos decía: “…Se va a licitar un sistema de vuelos espaciales, mediante el cual desde una plataforma que quizá se instale en la provincia de Córdoba. Esas naves espaciales, con todas las seguridades habidas y por haber, van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera, y desde ahí elegir el lugar a donde quieran ir. De tal forma, que en una hora y media podremos estar desde Argentina en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo. Y por supuesto, los vuelos hacia otros planetas, el día que se detecte, de que en otros planetas también hay vida", había dicho el entonces presidente Carlos Menem. Mientras que, en estos días, nos invitan al inicio de un “proceso de reorganización pedagógica”.

Esas expresiones disparatadas o sin medida de su significante, retumban más por el silencio de muchos ante un desfile de sujetos que no saben de educación, pero se esmeran en evidenciarlo.

Pocos campos se fortalecen con tantos debates, como el educativo. Siempre fue así, y así seguirá siendo. Pero debemos hacer un esfuerzo por separar la política de lo político, y a la educación de lo electoral. Volver a clases presenciales en pandemia, después de un ciclo lectivo como el 2020, exige madurez y responsabilidad.

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Debemos hacer un esfuerzo por separar la política de lo político, y a la educación de lo electoral

Hasta ahora solo hay miradas genéricas, preocupantes, pero muestras, en definitiva, de una situación que a priori es grave en el mundo, en cuanto al desarrollo académico y al abandono durante la pandemia.

Ante este cuadro, el compromiso de instituciones y sus comunidades es central. Organizar, planificar y actuar con la rigurosidad que los protocolos establecen será vital, en el mejor sentido de la palabra.

Será fundamental entonces, conjugar inclusión y calidad, por medio de un marco de contención necesario para evitar mayor deserción y promover los diagnósticos que permitan recuperar contenidos y avanzar en consolidar las buenas prácticas aprendidas para sostener a la educación por medio de tecnologías digitales enriquecerá lo presencial.

La educación argentina que tanto se añora, fue construida por personas de guardapolvo blanco y no por superhéroes

Las innovaciones deben ser promovidas desde las jurisdicciones para poner en valor el rol docente y de ese modo contar con ejemplos para que el resto pueda verse reflejado. Los sistemas educativos crecen de mejor manera cuando los buenos ejemplos son cercanos. La educación argentina que tanto se añora, fue construida por personas de guardapolvo blanco y no por superhéroes.

Esta semana volvió a clases un estudiantado lleno esperanzas. Volvamos a enseñar con orgullo, para que la educación sea reconocida como una actividad esencial para el progreso social y en el futuro podamos sentir el honor de ver que algunos de nuestros estudiantes deciden ser docentes.

CP