En la búsqueda de transformar prácticas y hábitos en un impacto positivo real en el medio ambiente, en 2019 un grupo de gigantes de la moda firmaron un acuerdo para combatir la crisis climática y proteger la diversidad y los océanos.
Casas como Gucci, H&M, Zara, Balenciaga o Bottega Veneta se comprometieron a reducir las emisiones de carbono para 2050, a usar el 100% de energía renovable en la cadena de producción e introducir materias primas de origen sostenible, sumando a otros objetivos que pasan por la eliminación de plásticos de un solo uso antes de 2030 y la inversión en innovación que permita acabar con la contaminación que producen las microfibras procedentes de tejidos sintéticos que acaban en los mares y océanos.
Aun así, fijado como uno de los ODS - Objetivos de Desarrollo Sostenible- por la ONU en su Agenda 2030, queda mucho terreno por transitar para crear una economía sostenible aplicada. Una de las tareas importantes es fomentar los programas de asistencia financiera orientada a la investigación y el desarrollo de vías alternativas e innovadoras para el ya desgastado sistema de producción industrial lineal tal y como lo conocemos.
En este sentido es clave poner en evidencia lo posible a fin de incentivar el aumento del número de aquellos quienes deciden no por moda sino por convicción recorrer el camino de una industria sostenible ante un llamado de acción imperativo.
¿Qué ocurre en materia de sostenibilidad local? En Argentina, desde al año 2018 Portsaid viene trabajando con la sostenibilidad desde la incorporación de la línea ohnest, en su colección, integrada por prendas con géneros orgánicos o reciclados, y procesos con cuidado del ambiente.
El ecocidio ya es un delito internacional
La diseñadora María Agustina Chazarreta señala que la filosofía de la empresa es “un punto de partida para una moda más ética”. Actualmente se encuentran trabajando en iniciativas de impacto social y ambiental en alianza con Enredando + De la nada, confeccionando bolsas de tela con el descarte de la producción, brindando así oportunidades laborales a las egresadas de la Escuela de Oficios Textiles. Siguiendo en línea con la visión de la empresa, la arquitectura de su local insignia fue renovada completamente con mobiliario sustentable y ahorro energético.
La necesidad ambiental -para Antonella Rizzo- surge de recuperar paraguas en desuso para hacer ropa y accesorios únicos y sin género. D.R.Y. (Design, Recycled, You) es una marca de moda sostenible cuyo objetivo es hacer moda con impacto positivo, basada en la ideología de “basura cero” y triple impacto: ambiental, social y económico.
Por lo que recuperan todo el paraguas reinsertándolo en otras cadenas de producción: donando parte de las estructuras de metal a mujeres de la Comunidad Wichí, quienes a través de la Fundación Niwok, las transforman en agujas de tejer como herramienta de trabajo; y la otra parte del mismo material se destina a escultores. De esta manera reduce el impacto ambiental, genera trabajo local y fomenta la economía circular.
Se realizó un evento de sustentabilidad en la UBA junto a Pymes
Desde Mar del Plata en 2010 la diseñadora textil Rocío Errecaborde creó +USO, marca que se dedica a la producción de biocueros compostables que obtiene mayoritariamente de descartes de la industria del gin, con el aporte de la destilería local KALMAR, que se suma al proyecto brindando los materiales necesarios, así como otros tipos de residuos (plátano, naranja, carbón).
En 2022 junto a Cecilia Scarrone, propietaria y directora creativa de Odette, crearon una colección cápsula con láminas de biomaterial +USO. El resultado son piezas circulares de lujo sostenible hechas sin generar desperdicios.
Estas marcas nos muestran que cada vez somos más conscientes del impacto ambiental que desencadenan nuestras elecciones de ropa. Adoptar una mirada sostenible de la moda significa entre otras cosas, optar por prendas producidas éticamente, respetuosas con el medio ambiente, confeccionadas con tejidos inteligentes, orgánicos, reciclados, biomateriales y tecnología incorporada.
Todo ello contribuye a coexistir en un ecosistema de manera más consciente y responsable que genera un impacto positivo en el planeta.
*Profesora Diseño de Indumentaria de la Universidad de Belgrano