OPINIóN

Un judío viviendo en una mezquita

En épocas cargadas de odio, prejuicios, violencia, guerras y oscuridad, tener la oportunidad de vivir algunas experiencias que rompen con esa realidad trágica, es un privilegio y bendición.

20240202 Un judío viviendo en una mezquita
Un judío viviendo en una mezquita | Prensa

Escribo estas líneas desde "mi cuarto" en la mezquita Fazl, la más antigua de Washington DC. Cuando digo mi cuarto, es porque exactamente hace un año, cuando fuimos invitados con la  Confraternidad Judeo-Musulmana que fundamos en Argentina a participar en la tradicional Plegaria Nacional Anual (National Prayer Breakfast) que se lleva a cabo hace décadas en la capital norteamericana, con la participación, entre otros, del presidente de los Estados Unidos, legisladores, referentes y cientos de delegados de todo el país. 

En esa visita, este servidor buscando un lugar para pasar Shabat cerca de la sinagoga del movimiento Jabad que queda en la misma cuadra de la Mezquita, fue invitado a hospedarse en las amplias instalaciones de la misma. Imaginarán la sorpresa que se llevaron mis hermanos judíos, cuando en la sinagoga durante Shabat, al preguntarme de donde venía, el propósito de mi viaje y donde estaba parando, les respondí a unos metros: "en la mezquita". Las miradas de incredulidad se multiplicaron rápidamente.

La comunidad Ahmadía es la elite intelectual y espiritual del Islam, su slogan es "Amor para todos odio para nadie". No es un slogan vacío, es la manera en que viven su Islam. Sus mezquitas cuentan con multiples cuartos para huéspedes y es una casa abierta a los miembros de su comunidad, e incluso, como en mi caso, a todo aquel que necesite un hogar. Ya puedo considerarme un habitué.

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En mayo viajamos a Israel junto al Imam Marwan Gill, cofundador de la Confraternidad, para participar de eventos y reuniones. La mezquita de su comunidad ubicada en el monte Carmelo en Haifa nos abrió sus puertas y cuartos para huéspedes, lo mismo que en Ramala, donde este judío pudo hospedarse y rezar entre sus cálidas alfombras, a la espera que llegue un día que estos sea lo normal. La preocupación por cuidarme, mimarme y brindarme su hospitalidad, que incluye proveerme comida kosher, es una caricia al alma.

Poder brindar un mensaje el viernes, en la plegaria musulmana de la Yuma en la mezquita, y que el Imam haga lo propio en la sinagoga, durante Shabat ,es un grito de esperanza en medio de tanta sordera.

A esta altura alguno pensará, le arman todo un circo para confundir a este pobre e inocente judío. La realidad es que no hay montaje, la armonía, hermandad, espiritualidad y hospitalidad que se desarrolla entre los miembros de la comunidad que llegan de distintos lugares, edades, backrounds es sorprendente. Todos son voluntarios que entregan de su tiempo, talento y recursos de acuerdo a las enseñanzas de su fe.

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Este año llegamos a Washington invitados por el Congreso para la Libertad Religiosa (International Religious freedom) presidido por Katrina Lantos Sweet, una extraordinaria líder en derechos humanos,  hija del fallecido y admirado Senador, Tom Lantos, sobreviviente de la Shoá y el embajador, Sam Brownback , ex gobernador de Arkansas y ex Secretario de Culto de los Estados Unidos. Les interesó mostráramos el modelo Argentino de trabajo y diálogo judeo- musulmán que venimos realizando hace un par de años. La ponderación que tienen por nuestro humilde aporte en momentos como este, donde por el conflicto de Medio Oriente se ha despertado una lamentable y muy preocupante ola de antisemitismo y judeofobia les parece vital. Nuestra simple respuesta es enfocarnos en todo lo que no une, que es muchísimo, comenzando por nuestra condición humana, la exaltación de la santidad de la vida, el rechazo a la perversión tanática y asesina de demasiados, que en nombre de una falsa religión quieren conducir el mundo al caos y la oscuridad. Proclamamos que mejor que maldecir la oscuridad, es encender luminarias y combatir de esa forma el mal. Condenar el terrorismo sin titubeos es una obligación religiosa.

La importancia de no importar conflictos que no nos pertenecen es el mensaje que damos en cada oportunidad posible como fue en el Capitol Hill, el Congreso Norteamericano, donde nos dieron un espacio para expresarnos e incluso cantar junto a dignatarios, secretarios de culto, representantes políticos, sociales y religiosos.Es la misión que el Gran Rabino David Law, el Papa Francisco y el Jalifa Hazrat Mizra Maroor Ahjmad reconocieron y estimularon, cuando nos reunimos con cada uno de ellos. Trabajar juntos llevando ayuda y presencia a los menos favorecidos de nuestro mundo.

Agradecemos también a la Cancillería Argentina, que en medio de tantos desafíos que tiene el país, comprende que nuestra natural y sana convivencia entre las confesiones religiosas es una de las grandes cosas que podemos con orgullo mostrar y exportar al mundo.

En una  cálida y constructiva reunión con los representantes de la OEA comenzamos a esbozar la necesidad de compartir estas experiencias y mensajes en nuestros distintos países. El continente es una región de paz, en un mundo en guerra y debemos cuidar y prevenir que la misma no se infiltre en nuestras geografías. Trabajar para ello es una obligación.

20240202 Un judío viviendo en una mezquita

El mundo se sostiene porque es mucha más la gente que quiere y hace el bien, que la otra. La experiencia de convivir con el otro en su diferencia, crear una genuina y sincera amistad te hace crecer. La generosidad de mis hermanos musulmanes de la comunidad ahmadía que me abren las puertas de sus hogares y corazones, su plegaria silenciosa con profunda devoción, son realidades que en este mundo polarizado deben saberse. Recuerda la actitud del patriarca Abraham, padre común de las religiones monoteístas que al enterarse que las ciudades Sodoma y Gomorra serían destruidas discute con el Todopoderoso, saliendo a la búsqueda de justos entre sus habitantes. "El juez de toda la tierra no hará justicia?". La enseñanza es clara, generalizar es odioso, superficial y siempre una evasión de nuestra responsabilidad humana.Por el momento, y antes de partir a Israel para acompañar la histórica visita del presidente Milei en el marco de una trágica y dolorosa guerra que le fuera impuesta al Estado Judío por aquellos que se disfrazan de religiosos, pero que en realidad son criminales que atentan contra el hombre y por consecuencia contra Dios, seguiré disfrutando de este, mi hogar en la mezquita Fazl.                                                          

Que prontamente en nuestros días veamos a muchos musulmanes más como los Ahmadis, que logren transformar los corazones de sus hermanos descarriados con su modelo de amor y paz, al igual que debemos hacer dentro de nuestras propias familias con los hermanos enceguecidos por el fanatismo y odio inconducente.

Información sobre la confraternidad en www.conjm.org

 

*Director de la radio Jai