Hace apenas un rato, un amigo periodista me envía el texto por el cual el Juez Ramos Padilla, titular del Juzgado Federal de Dolores, da una nueva oportunidad al fiscal Carlos Stornelli para que concurra a declarar. Sería esta, la cuarta citación a declarar que recibe Stornelli. En lo sustancial dice el juez:
“Dolores, 22 de marzo de 2019.-
Por recibido, en atención a lo solicitado por el Dr. Roberto Ribas y aun cuando es obligación del profesional presentar por Secretaría los escritos originales y firmados –cfr. Ac. 3/2015 CSJN-, teniendo en consideración que si se tuviera por no presentado el escrito digital se impondría decretar la rebeldía de su defendido, excepcionalmente se habrá de dar trámite a su presentación rigiendo para el resto de los casos la Acordada del Máximo Tribunal citada. Sin perjuicio de ello, se habrá de intimar al letrado a presentar el escrito original en el término de 24 hs.
Siendo la presentación del abogado defensor de Carlos Stornelli un pedido de postergación de la audiencia indagatoria dispuesta para el día de la fecha, interpreto entonces que es intención de su pupilo ponerse a derecho, por lo que más allá de que no ha concurrido en las tres ocasiones en que se lo ha citado, se habrá de fijar una nueva audiencia para el día martes 26 del mes en curso a las 12 hs. a los mismos fines y efectos, bajo apercibimiento de ser declarado en rebeldía.”
Esta historia merece ser contada… ¡una vez más! El 28 de enero de este año, un señor llamado Pedro Etchebest denunció ante el juzgado federal de Dolores que otro señor llamado Marcelo D´Alessio lo estaba extorsionando. La extorsión consistía en decirle a Etchebest que un arrepentido de la causa de las fotocopias de los cuadernos de Centeno lo había involucrado en dicha causa. Y ofrecerle una “solución” mas cara que legal. Solución que consistía en sacar toda mención a Etchebest de la declaración del arrepentido. Ello claro, como contraprestación por una módica suma de dinero que debería pagar Etchebest al fiscal de esa causa, que es Carlos Stornelli.
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La idea de que un nombre desapareciera de la declaración de un arrepentido no sonaba descabellada. Había circulado, para esos días, ya ampliamente por la prensa argentina como habían sacado a Eskenazi de la declaración de Clarens. Y hasta el propio fiscal Stornelli había contado en TV que en las actas de las declaraciones de los arrepentidos no había incorporado toda la información que uno de ellos le había proporcionado.
Lo del dinero no había circulado, mas que por los oscuros pasillos de ciertos mundos que por regla no se ven – ni se muestran-.
Etchebest denunció la extorsión, y comenzó la investigación judicial. Investigación que a la fecha de esta nota tiene detenidas a tres personas: Marcelo D´Alessio, Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi. Y hay que señalar que el juez Ramos Padilla a priori ha descartado de Stornelli tenga algo que ver con el pedido de dinero. Es justo decirlo.
¿Por qué entonces está llamado a declarar el Fiscal?, preguntarán razonablemente todos. Y la historia se torna acá un poco más escalofriante. Porque investigando una simple extorsión, el juez Ramos Padilla se topó con un hoy inconmensurable aparato paraestatal de inteligencia ilegal. Que involucra a funcionarios del poder ejecutivo nacional, tales como Patricia Bullrich, ministra de seguridad, Gustavo Arribas, director de la AFI, que es la agencia de inteligencia argentina, a funcionarios de otros ordenes de gobierno, a periodistas que son señalados por haber formado parte de dicho aparato como Daniel Santoro y periodistas que son señalados como victimas del espionaje tales como Romina Manguel y Alejandro Fantino. Dueños de medios. Empresarios relevantes como Mario Montoto. Embajadas. Tareas de inteligencia en otros países como Venezuela y Uruguay y hasta legisladores de la alianza de que actualmente gobierna la Argentina. También abogados y un sinnúmero de personas cuya lista no para de crecer. Y el fiscal Stornelli está incluido entre quienes usaban esa red de inteligencia ilegal. Y por eso lo llaman a declarar.
(*) Abogada.
