POLICIA
Nuevos datos sobre el crimen de rio cuarto

A nueve horas del crimen, usaron el celular de Nora

El mismo 26 de noviembre, el asesino u otra persona tomó el teléfono de la víctima, leyó el mensaje amoroso que le había enviado el contador Albarracín y, luego, dejó el aparato en la escena del crimen.

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Nueva horas despus del crimen de Nora Dalmasso, usaron su telfono celular. | Publicada en La Maana de Crdoba

El teléfono celular encontrado en la habitación donde yacía muerta Nora Dalmasso fue utilizado nueve horas después del momento en que la mujer fue estrangulada, en la madrugada del 26 de noviembre último.

A las 12.35 de ese día, el asesino o un tercero leyó el mensaje de texto enviado por uno de los amantes de la víctima. El mensaje llegó desde Punta del Este, de parte de Guillermo Albarracín, el contador que era amigo de Marcelo Macarrón, el viudo de Dalmasso.

Así surge de un informe preliminar que fue corroborado por la empresa de telefonía móvil y que fue dado a conocer por el diario El Puntal de Río Cuarto.

Los investigadores manejan las siguientes hipótesis: nueve horas después de muerta Dalmasso, alguien, el homicida o una persona implicada en el crimen, ingresó pasado el mediodía del sábado hasta el cuarto donde la mujer había sido asesinada, tomó el celular, leyó uno de los mensajes y luego lo colocó en una cómoda al lado de la cama donde Nora yacía muerta. Otras de las posibilidades es que lo haya tenido de antemano.

El mensaje fue enviado desde Punta del Este por el contador Albarracín y llegó luego de que la mujer estaba muerta, aunque habría también algunos otros mensajes que no fueron abiertos, tarea que realizaron los investigadores.

La confirmación del dato causó inquietud entre los investigadores policiales, quienes sostienen nuevamente que se trata de un crimen pasional y que mostraría que el homicida regresó a la casa y que hasta pudo haber acomodado la escena del crimen.

Otra versión indica que quizás no haya sido la única persona que entró al lugar, ya que hay un fuerte rumor que señala que una amiga podría haber llegado a la casa ese sábado a la tarde y cuando se comunicó posiblemente con otra persona, ésta le dijo que se mantuviera al margen del hecho.

Lo cierto es que el mensaje fue leído cuando la mujer estaba muerta y quien lo hizo no es ajeno al hecho, ya que no dio ningún tipo de aviso a la Policía dando cuenta de que la mujer estaba muerta.

Dentro de esta hipótesis vuelve a cobrar fuerza una de las tantas versiones que existen sobre el caso, y que sostiene que entre el vecindario habría quienes comentaban el domingo a la mañana que “algo raro” habría sucedido en la vivienda de Nora Dalmasso.

Ayer se continuó con la citación de testigos, y entre otros concurrió un ex compañero de trabajo con quien compartió tareas en la sucursal del banco de Córdoba de la desaparecida oficina de la esquina de Cabrera y San Martín.

Telediario Digital de Río Cuarto
indicó que el entorno de Macarrón cree que ese hombre, quien sería adicto a la cocaína, es sospechoso de haber matado a Dalmasso.

El empleado bancario fue citado a declarar ya que del entrecruzamiento de llamadas surge que habitualmente hablaban por teléfono. Los investigadores le consultaron ayer por la tarde cuál era la relación que tenía con la víctima.

Desde la fiscalía se indicó que éste como otros testigos brindan su versión acerca de los lazos que los unían, y luego, toda la información que ellos vuelcan, debe ser corroborada por la Policía.

Quien también declaró ayer, fue Facundo Macarrón, el hijo mayor de Dalmasso. El joven estudia Derecho en la ciudad de Córdoba, lugar en donde se encontraba en el momento de los hechos.

Los investigadores se muestran optimistas, pero a la vez observan que el caso “sólo podrá resolverse con un patrón genético de ADN”. Se esperan con ansiedad los resultados de los análisis que realizará el FBI en Estados Unidos.

“Tenemos a varias personas como sospechosas de que pudieran cometer el homicidio, pero sólo un análisis de sangre que haga coincidir los ADN será lo que lleve a imputarlo”, coinciden todos.

Y ahora, con la lectura del mensaje de texto, todo indicaría que el homicida volvió a la escena del crimen y tendría que tratarse de alguien de su círculo íntimo, alguien que posiblemente viva en el barrio y que hasta hubiera observado que nadie lo miraba cuando ingresaba a la casa al mediodía para ir hasta su habitación.

Fuente: Télam