La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, le contestó a su par bonaerense, Nicolás Kreplak sobre el uso de barbijo en las escuelas: “Si fuera por las autoridades sanitarias de la provincia las escuelas seguirían cerradas”. Aseguró que el barbijo atenta contra la salud integral y el aprendizaje.
Tras la decisión de las autoridades educativas porteñas de quitar la obligatoriedad del uso del barbijo en las escuelas, tanto desde la provincia como de nación surgieron cuestionamientos. Ante esto, Acuña justificó: “Nosotros no estamos mirando solamente que las personas no se contagien, nosotros tenemos una mirada integral de la salud”.
En diálogo con CNN Radio, en el programa La Mañana que conduce María Laura Santillán, la ministra explicó que priorizan que los niños y jóvenes “puedan aprender y socializar en la escuela y que no tengan daños y más consecuencias de las que ya tienen después de estos dos años dificilísimos de cuarentena y pandemia”. “La decisión la tomamos desde un punto de vista coordinado desde lo sanitario”, aclaró.
“Tratamos de priorizar los aprendizajes y el bienestar emocional”, insistió Acuña y explicó: “El barbijo es una barrera para la comunicación, para la oralidad, esto afecta la alfabetización inicial y es una barrera para la comunicación entre pares”.
Respecto al cuestionamiento por parte de Carla Vizzotti, señaló: “El viernes en el Consejo Federal de Salud se resolvió que todas las provincias tendrían la potestad de decidir y entendemos que el Jefe de Gobierno, además, tiene autonomía para tomar decisiones en materia de política educativa”.
“Vizzotti decía que las escuelas debían estar cerradas cuando las evidencias mostraban que eran seguras y necesarias”, recordó. “Ninguna decisión es perfecta y absoluta, las decisiones tratan de evitar daños mayores y hoy el daño mayor es que los chicos sigan dañándose en su vinculación, en lo relacional, en la posibilidad de vincularse entre pares, que sigan sin poder aprender por tener una barrera como es el barbijo y las condiciones están dadas porque la curva de contagios definitivamente ya bajó”, subrayó.
La interna del Frente de Todos
En relación al tironeo público que hay entre el sector de Alberto Fernández, por un lado, y Cristina Kirchner, por otro, la ministra sostuvo: “Me preocupa la agenda de este gobierno que está permanentemente disociada de las necesidades y las realidades de los ciudadanos”.
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“Manejan una agenda que nada tiene que ver con lo que nos pasa todos los días cuando salimos a la calle, cuando nuestros hijos salen solos a la calle, cuando tenemos que ir a hacer las compras, cuando tenemos que cuidar a nuestros adultos mayores”, analizó y concluyó: “Necesitamos un gobierno que esté fuerte y unido, es una debilidad no entender lo que necesitamos los argentinos y no poder ponerse de acuerdo para tomar decisiones”.
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