POLICIA

Afirman que Bermúdez, Moreyra y Candela se conocían antes del crimen

Una mujer declaró que vio juntos a los dos principales acusados y que una semana antes del crimen los vio reunirse con la nena y con su madre. Detalles reveladores.

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Una testigo aseguró que Hugo Bermúdez y Héctor "El Topo" Moreyra, sindicados respectivamente como los supuestos autor material e intelectual del crimen de Candela Rodríguez, se reunieron en su negocio 48 horas antes de la desaparición de la nena, y que poco tiempo antes de que la nena apareciera muerta escuchó una conversación diciendo "matala".

El significativo aporte de la testigo, que hasta ahora se mantenía en secreto, surge del dictamen que elaboró el fiscal Marcelo Tavolaro pidiendo convertir en prisión preventiva el arresto de Moreyra, lo que finalmente dictó el viernes el juez de Garantías Alfredo Meade.

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Pero además hubo un dato clave para el fiscal que surge de ese dictamen: el celular Nextel que llevaba Candela Rodríguez se desconectó apenas un rato después de desaparecer en las cercanías de la casa de "El Topo" Moreyra, acusado de ser el organizador del crimen.

"El teléfono celular que portaba la niña Candela se apaga a las 17 horas del día 22 de agosto de 2011 en San Martín, siendo captada su señal Log por la celda 3 de la antena 'La Finita', cuyo cuadrante de captación encaja perfectamente con el domicilio del acusado Moreyra y su medio circundante", señaló el informe conocido hoy y al que accedió DyN.

En ese escrito Tavolaro expuso una serie de pruebas y datos: la declaración textual de Alfredo "Juancho" Rodríguez, padre de Candela, sobre la venganza en su contra; la actividad ilícita de la mayoría de los miembros de la banda y la hipótesis de que todos hayan trabajado juntos robando como "piratas del asfalto" y luego reinvertían en droga el dinero que obtenían de la venta de la mercadería.

También se desprende de los testimonios reservados y oficiales la tranquilidad de varios de los imputados cuando cayó preso Hugo Bermúdez ante la certeza de que no iba a delatarlos, en contraste con el temor de que detuvieran a Leo Jara, y hasta la posibilidad de que el perro al que supuestamente alimentaba el carpintero nunca haya existido.

Pero el aporte más valioso lo dio una mujer dueña de una tienda de ropa usada de Liniers, que por primera vez ligó en un mismo escenario a los supuestos criminales con Candela y su madre, Carola Labrador.

"La mamá de Candela y Candela iban habitualmente ahí a comprar ropa y conocía a Silvio y a Nilda, y que incluso vio que saludaron a ese Topo y a ese Hugo y que se saludaban como muy amigos. Que ahora sabe que esa madre e hija son Candela y su mamá, porque vio sus rostros en la televisión", sostuvo la mujer que tenía miedo de declarar, según el dictamen.

La mujer aseguró además que "el sábado anterior a que desaparezca Candela (el sábado 20 de agosto) los vio a los dos mencionados (Hugo Bermúdez y el Topo Moreyra) juntos en este lugar".

Y añadió que "el sábado anterior a que la nena aparezca muerta (el 27 de agosto)", la mujer "estaba en el baño" de su negocio y un sujeto llamado Silvio -que hasta ahora no fue involucrado en la causa- "pensando que ella no estaba, le dijo a un hombre morocho muy flaco, medio petizo, y su mujer, 'matala'".

No está claro si la conversación aludía o no a la menor, pero lo cierto es que -según la testigo- cuando ella salió del baño "se hicieron los tontos".

Según la mujer, este Silvio era un hombre que solía juntarse con Bermúdez y Moreyra y vendería droga, informó la agencia DyN.