Personal de la Policía Federal, por orden del juez Javier Ríos, realizó esta noche un allanamiento al edificio de Ravignani 2360, en el barrio porteño de Palermo, donde vivía Angeles Rawson, en busca de nuevas pistas que ayuden a la investigación del asesinato de la adolescente.
El allanamiento, que se prolongó durante 3 horas, se desarrolló en absoluto hermetismo sobre los objetos que hallaron en el lugar. Sin embargo, más temprano, había surgido, de fuentes policiales, que el magistrado ordenó el procedimiento en busca de una aspiradora, a raíz de un dato que aportó esta mañana un testigo de la causa.
La información fue confirmada por el abogado de la querella, Pablo Lanusse, quien al retirarse del edificio de Ravignani 2360 dijo que se trató de "un allanamiento que dispuso su señoría a partir de una declaración que hizo esta mañana un testigo", aunque sin dar mayores precisiones.
En tanto, el encargado suplente dijo brevemente a los periodistas, mientras se retiraba en bicicleta del lugar, que el allanamiento había sido "en el octavo piso", donde vivía Mangeri con su esposa, y "en el sótano".
En otro orden, fuentes policiales confirmaron a DyN que los resultados de las pruebas recolectadas en procedimientos anteriores en el interior de la portería habrían arrojado la existencia de "fluidos biológicos" que pertenecerían a la víctima.
Dichos "fluidos", según trascendió, estarían mezclados con los del propio Mangeri, y posiblemente de una tercera persona, contaminado por alguien que estuvo en la escena pero no necesariamente demostraría participación en algún hecho de violencia.
Según adelantó el canal C5N, "hay dos ADN completos, uno de Mangeri y uno de Ángeles Rawson", aunque "aparece un tercer ADN incompleto".