Armas largas y cortas. Pólvora, municiones y cargadores. De todo. Los policías que allanaron un domicilio de San Fernando, a partir de una denuncia por un supuesto caso de violencia de género, se sorprendieron al descubrir el arsenal que guardaba un hombre acusado de proveer a delincuentes de la zona.
Todo comenzó cuando una mujer empezó a pedir auxilio desde una casa ubicada en las calles Sobremonte y Kennedy. Un grupo de efectivos, que participaba de un operativo de interceptación de vehicular, se acercó al lugar y escuchó unas detonaciones. Varios vecinos estaban alterados por la situación y pedían la presencia policial mediante señas y ademanes. Enseguida, los policías ingresaron en el domicilio y lograron reducir y demorar al hombre, quien momentos antes había descartado el arma que portaba.
En el lugar, se secuestraron de un fusil calibre 7,62 con mira telescópica, una carabina calibre 22, una pistola 9 mm, un revólver 38 largo y un revólver 357 con mira telescópica. Además, se incautaron de otros tres revólveres calibres 22 y 32. Por si fuera poco, hallaron 1.400 cartuchos intactos 9 mm, 12/70 y 7,62; dos cargadores de 9 mm, dos cargadores metálicos de falta, 800 vainas servidas de diferentes calibres para su recarga, tolva de carga para pólvora, dos recipientes de plástico con medio kilo de pólvora y 150 puntas encamisadas para recarga.
De acuerdo con las averiguaciones practicadas, el sospechoso detenido se dedicaría a abastecer de municiones y alquilar armas a delincuentes de la zona.
