Susan Murray, compañera de trabajo de María Marta García Belsunce en la fundación Missing Children, contó hoy que después de la muerte de su amiga no notó muy preocupado a Carlos Carrascosa, el viudo de María Marta.
Casi un mes después del fallecimiento de la víctima, Carrascosa invitó a Murray y a otra amiga de la fundación a un almuerzo, para preguntarles si tenían conocimiento sobre cartas que había recibido su esposa. Murray comentó que pensaban que Carrascosa se iba a sentir muy mal tras la muerte de su esposa, pero "vimos a una persona que no se veía muy preocupada", dijo.
La amiga de María Marta, la mujer asesinada en 2002 en el country Carmel de Pilar, dijo hoy aRadio Continental que el viudo, lejos de hablar de su esposa fallecida, comenzó a hablar sobre sus futuros viajes y sus deseos de mudarse. "Nos llamó la atención en ese momento" la actitud de Carrascosa, dijo Murray.
Durante el almuerzo, el viudo le preguntó a Murray y a su amiga, sobre el contenido de unas cartas que María Marta tenía guardadas, que él había encontrado, contó Murray. “Nosotras pensábamos que nos preguntaba qué hacer con esas cartas", dijo la mujer.
Ellas le dijeron a Carrascosa que no sabían de qué se trataba y él les señaló que eran problemas familiares. Al satisfacer su curiosidad Carrascosa dio por terminado el almuerzo y se fue, "porque tenía un partido de bridge", contó Murray.
“Nosotras nos quedamos pensando '¿Qué fue esto?'", sin entender cuál había sido el motivo de la invitación, dijo Murray.
Murray contó que unos días después del velatorio se reunieron con otras amigas y compañeras de María Marta , y "a los tres, cuatro días, todavía no sabíamos cómo había muerto ". Las versiones eran que se había desnucado, que se había golpeado contra una ventana, que se había ahogado en la bañadera.
Recién al hablar con su masajista Beatriz Michelini, la misma que asistía a García Belsunce, "ahí fue cuando tuvimos un poquito más claro que la había encontrado ya muerta", dijo Murray.
Cuando estuvo con el viudo en el velatorio pensó que el hombre no iba a sobrevivir sin su mujer. Sin embargo Carrascosa le dijo que siguieran adelante con el trabajo de la fundación y luego le dio instrucciones al personal doméstico por lo que pensó que estaba shockeado.
Susan Murray dijo que no recibió amenazas pero sí cuatro querellas, dos que fueron resueltas a su favor y "dos que quedan dando vueltas".
"Nosotras lo que quisimos es ser la voz de María Marta, que se la recuerde y que tenga Justicia. Si la familia es la que está implicada, o si finalmente se demuestra que es el vecino o una tercer persona que no está identificada ahora, no importa, pero realmente que se encuentre el que mató a María Marta y que tenga el castigo que se merece", dijo por último Susan Murray.
Fuente: Télam