“Estoy muy triste porque lo aprecio mucho”. Así se refería, visiblemente apenado, el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, al violento asalto sufrido por el conductor Ángel Baby Etchecopar, en el que resultó herido tanto él, como su hijo Federico, de 24 años.
El padre del joven Axel Blumberg, secuestrado y asesinado en 2004, visitó a Etchecopar en el Hospital Central de San Isidro, donde se recupera tras haber sido intervenido por las heridas que sufrió en una mano y las piernas, durante el enfrentamiento con cuatro delincuentes.
“Estoy triste. (Etchecopar) me ha ayudado mucho, a mí, a la Fundación (Axel Blumberg)”, comentó.
Si bien Blumberg aseguró en repetidas oportunidades no conocer detalles sobre las condiciones en que se dio el robo, afirmó que los asaltantes “estaban como drogados”.
El ex candidato a gobernador por el Partido Federal no fue el único que se acercó al centro médico para interiorizarse sobre la salud de Etchecopar y su hijo. Además de Blumberg, pasaron por allí los periodistas Oscar González Oro, Eduardo Feinmann, el empresario Daniel Hadad, el expiloto Juan María Traverso, el senador Nito Artaza y el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal.