El hecho ocurrió el lunes a las 5.30 de la madrugada, cuando siete hombres vestidos de policía irrumpieron en el local de Güerrín, la tradicional pizzería de la calle Corrientes al 1300, reconocida por servir las mejores pizzas de Capital Federal.
Según fuentes de la causa, en el lugar se encontraba el gerente, un sereno y dos empleados que estaban limpiando. Los uniformados llevaron al encargado al baño, donde lo torturaron colocándole cuatro ganchos en una oreja con una abrochadora.
Tras esto, intentaron asfixiarlo con un trapo en la boca y la nariz para que les diera la llave de la caja fuerte. Al resto de los trabajadores les habrían colocado precintos y esposas.
"Ninguno de los chicos está hoy trabajando. Están bien y descansando. Estamos tratando de pasar este mal momento que nos toca vivir. Es el susto que a uno lo queda", contó a Perfil uno de los empleados del local, que continúa abierto.
"Nunca nos había pasado que entren así. Igual, estos hechos pasan en todos lados, pero por ahí como es en Güerrin se nombra más", detalló. Los agresores tomaron la caja registradora y se fueron en una camioneta y dos autos de color negro.
Tras el asalto, el gerente fue hospitalizado y dado de alta a las pocas horas. Hasta el momento, no se detuvo a ninguno de los delincuentes.
