POLICIA
DETALLES DE LA CAUSA

Ascensor trabado, queja de vecinos y una golpiza con efectos diplomáticos: cómo fue el ataque a la encargada de Recoleta

Fue el 10 de mayo, y la mujer quedó en recuperación por hernias y lesiones óseas. La Cancillería pañamena echó a la familia, que debe volver a su país.

El ataque a la encargada en Recoleta
El ataque a la encargada en Recoleta | Telefe

El caso de la brutal golpiza que recibió la encargada de un edificio de Recoleta por parte de la pareja de un diplomático tomó ribetes inusuales. En las últimas horas se conoció que el marido de la mujer denunciada, César Lawson, fue echado por el Gobierno de Panamá, que lo había designado como agregado de negocios en Argentina. Sin embargo, el origen del conflicto no deja de ser asombroso y hasta podría ser considerado un episodio cotidiano.

El caso es investigado por la Justicia porteña, que este jueves 27 de julio citará a la pareja del diplomático para notificarla formalmente del inicio de la causa. 

Suele ocurrir, más que nada en edificios con ascensores antiguos no automáticos, que una persona lo utiliza para subir a su departamento y al salir no cierra bien las puertas. Por seguridad, las cabinas quedan trabadas, sin bajar ni subir, sin respuesta a quienes tocan el botón en la planta baja o cualquier otro piso con el deseo de usarlo. Los enojos por esta cuestión son moneda corriente.

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Y esa misma situación ocurrió el 10 de mayo pasado en un edificio ubicado en Arenales al 1.400, en Recoleta. Aquel día las quejas se multiplicaron y llegaron en forma de llamada telefónica de los vecinos y vecinas a Juliana Gómez Vera, la encargada de 53 años.

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Ante la situación, la mujer no dudó en recorrer por la escalera piso por piso para detectar la irregularidad, volver a poner operativo el ascensor y, de ser posible, advertir a los usuarios que debían cerrar bien la puerta para no perjudicar al resto.

El trabajo consistía en alertar sobre una regla básica de convivencia, algo dentro de lo normal, con lo cual la mujer nunca se imaginó que terminaría atacada a golpes por una de las vecinas del lugar.

Su búsqueda por detectar el piso donde estaba el ascensor trabado llegó al tercer piso. Ahí vivía una familia nueva, la de Lawson, su mujer Jessica Giovana Pinedo Quintero y sus hijos, quienes llevaban dos meses en la Argentina. En ese mismo lugar, era la tercera vez que dejaban la máquina trabada, según contó la mujer. Por eso decidió lanzarse a la advertencia.

La advertencia que desató la furia

"Golpeé la puerta y abrió la hija de la pareja. Yo pensé que era más grande, la verdad, pero me dijeron que tiene 13 años. No los conocía mucho. Pero sí le avisé que la puerta del ascensor había quedado abierta y que tuvieran más cuidado porque otras personas vivían acá y todos teníamos derecho a usarlo. Era la tercera vez que pasaba lo mismo", dijo.

Al día siguiente Juliana volvió a trabajar durante la mañana, luego tomó su pequeño descanso en la siesta y retomó en horas de la tarde. A Jessica se la cruzó, pero sin saludos de por medio, algo que a la encargada no le resultó llamativo porque, otra cosa común, suelen no saludarla los mismos habitantes del edificio en el que trabaja. Pero para las 17 horas la tranquilidad se disolvió.

La mujer del diplomático del tercer piso bajó de un taxi junto a su marido y la increpó.

Para la víctima, el ataque estaba planificado. "Me dijo que cometí un error al dirigirme a su hija porque era una menor de edad. Le contesté que no sabía que era menor y le pregunté por qué la deja atender la puerta si es menor", contó. A partir de ahí, el intercambio que quedó grabado por las cámaras de seguridad del edificio subió de tono. "Empezó a decirme unas barbaridades que no quiero repetir".

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Todo ocurrió en la vereda. La víctima estaba sobre el ingreso del edificio y la atacante un escalón abajo. En la secuencia, que dura cerca de dos minutos, se ve como los gestos comienzan a violentarse hasta que Pinedo Quintero la sorprendió con un golpe en la cabeza, le tironeó los pelos y la zamarreó hasta tirarla al piso. En otra de las tomas que se difundió se ve como la encargada, en plena discusión, le arroja una trompada en la cara a Jessica.

Eso desata todavía más furia en la agresora, que la vuelve a agarrar de los pelos y la tira a la vereda. Los pies de la encargada quedaron sobre una parte elevada del ingreso al edificio y el resto de su cuerpo recto sobre la vereda. En el medio de la situación aparece, como intentando apaciguar las aguas, el encargado de negocios, que ayer se conoció que fue echado de su cargo.

Por la brutal agresión, la mujer terminó siendo trasladada de urgencia a un hospital. "Tengo un golpe en el muslo, dos herias en la quinta y en la sexta vértebra cervical, golpes en las piernas hasta la rodilla y se me adormece la mano. Estoy en rehabilitación, me dijo el traumatólogo que me está afectando el ciático", contó la mujer agredida en las últimas horas. Decidió salir a hablar tras varias semanas de reposo y con miedo de acercarse al edificio donde ocurrió todo.

Cesar Lawson
César Lawson, el diplomático echado.

La denuncia y la intervención de Panamá

Pero la situación no terminó en la agresión, de acuerdo al relato de la víctima. Cuando llamó a la Policía, la mujer contó que se acercó un efectivo que la amenazó. "Él (por Lawson) llamó a alguien y le dio el teléfono al Policía. Después de ahí arreglaron todo, me dijo que si quería hacer la denuncia me tenía que llevar detenida. '¿Vos te querés despertar en un calabozo?' me amenazó el policía. Me hizo firmar el acta y recién ahí llamó a la ambulancia".

A pesar de eso, insistió con denunciar y se formó un expediente judicial. La causa está en manos del fiscal Sebastián María Fedullo, del Ministerio Público Fiscal porteño.

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Mientras tanto, las consecuencias del episodio no tardaron en impactar en Panamá. El lunes, un comunicado de la Cancillería informó que se decidió retirar de sus funciones al diplomático acreditado, decisión que alcanza a su familia, "dado que no existen las condiciones apropiadas para mantenerlos en dicha sede". Por eso también se informó" el retorno del funcionario y su familia a Panamá".

"Estoy conforme con que se vayan, pero no quisiera que sea antes de que se haga justicia", dijo Gómez Vera en declaraciones a El Exprimidor, por Radio Rivadavia.

El dilema por los fueros y citación de la Fiscalía

Como se mencionó, la causa está en manos del fiscal Fedullo, de la Fiscalía N°12 de la ciudad de Buenos Aires, quien la semana pasada citó a la denunciante para que indique si pretendía que se impulse la acción penal. Mañana a las 14 horas ocurrirá lo mismo pero con Pinedo Quintero. 

La investigación está caratulada por el momento como lesiones leves recíprocas. Es que los investigadores tienen en claro que si bien la que inició la agresión es la pareja del diplomático, en los videos aparece claramente una agresión de la encargada del edificio contra la pareja del diplomático. 

Según indicaron fuentes judiciales a PERFIL, la citación no prevé que se le tome declaración a la mujer oriunda de Panamá. Ocurre que primero deben llegar a la Fiscalía una serie de respuestas a exhortos enviados días atrás al Gobierno de ese país para que informe en qué situación se encuentra la mujer en términos de fueros. Más allá del comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores pañameno, el método procesal indica que se debe corroborar formalmente esa situación. 

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Una vez que se corrobore eso se definirá cómo se resuelve el caso. Puede o no decantar en un llamado a indagatoria.

Más allá de la elocuencia y la magnitud de la golpiza que se vio a través de los videos de las cámaras de seguridad, para el Código Penal la figura de lesiones leves es un delito menor. De ahí que el abanico de soluciones del caso es amplio: puede dictarse una probation, acordarse una mediación o ir a juicio. Esta última menos probable. 

Pase lo que pase, la posibilidad de que la mujer abandone la Argentina y vuelva a su país está latente. Eso, a priori, no modifica el desenvolvimiento de la causa, según las fuentes. No ocurriría lo mismo en caso de que, además de irse, evada a la Justicia y no responda los requerimientos, una alternativa que califican de no inteligente debido a que podría tener consecuencias peores.

AS/fl