Al momento de ser hallado, el cadáver de Guillamondegui estaba desnudo y tirado boca a bajo a los pies de su cama. El cuerpo, según informaron fuentes policiales, presentaba tres puñalada en la nuca y no fue encontrada, hasta ahora, el arma homicida.
Un amigo de la víctima, que se identificó como Carlos Lapolla, denunció que la pareja del médico – una joven de 25 años– lo habría "entregado" a los asesinos al pasarles el dato sobre la reciente venta de un departamento que había concretado el médico.
Guillamondegui era jubilado, vivía solo, tenía dos hijos –un varón y una mujer– y durante veinte años trabajó como cirujano plástico en el hospital Pirovano. El cadáver del especialista, nacido en la provincia de Entre Ríos, fue encontrado a las 14.15 de hoy, aunque el crimen se habría producido antes de la Navidad.
El hijo del hombre lo había llamado insistentemente por teléfono durante todo el sábado 24 pero nadie contestaba. Por esa razón, hoy fue hasta la casa de un amigo de su padre –que tenía llave del departamento– y una vez en el interior encontró el cadáver.
Efectivos de la comisaría 35 y de la División Homicidios de la Policía Federal, concurrieron al lugar donde detectaron que la puerta de acceso no había sido forzada. La Policía Científica, además, levantó pruebas en el lugar hasta que a las 18.20 el cuerpo del cirujano fue llevado a la Morgue Judicial para ser sometido a una autopsia. La investigación judicial quedó en manos del fiscal José María Campagnoli.
“El domingo nos íbamos a Gualeguaychú, en Entre Ríos, y lo esperé a la mañana temprano pero no estaba, ya lo venía llamando desde el sábado”, aseguró el amigo del médico, quien confesó que la última vez que lo vio con vida fue el viernes.
Además, Lapolla aseguró que telefoneó a su casa pero "no me pude comunicar y como estaban las cortinas levantadas dije ‘debe andar por acá, me va a llamar'”. Sin embargo, el llamado de su amigo nunca llegó.