Un martillero público y presidente de la Asociación de Cirugía Cardiovascular de Azul fue asesinado de cinco balazos en el quincho de su casa de la mencionada ciudad bonaerense y los investigadores intentan determinar las causas del crimen, informaron fuentes policiales.
Los voceros precisaron que se trata de Miguel Angel Precioso, de 72 años, quien fue hallado por su propio hijo en la casa que habitaba en la calle Burgos 206 de la ciudad situada a 300 kilómetros de la Capital Federal.
El caso fue descubierto cuando uno de los hijos de Precioso concurrió hasta la casa de su padre porque éste no le contestaba desde el día anterior los llamados telefónicos. Al llegar al lugar, el hombre observó que la puerta no estaba violentada y abrió con sus llaves.
"La puerta estaba cerrada con llaves, pero las llaves no fueron encontradas en la vivienda", dijo a Télam un investigador. Al entrar, el hombre encontró a su padre totalmente desfigurado a golpes y con cinco balazos en distintas partes de su cuerpo.
De acuerdo a los primeros informes de los peritos, Precioso tenía tres balazos en la cabeza, uno en el glúteo y otro en la espalda. Además, presentaba golpes en distintas partes de su cuerpo, especialmente en la cara, la cual quedó prácticamente desfigurada, dijeron las fuentes.
Ante esta situación, el hombre pidió ayuda a los gritos y los vecinos fueron quienes llamaron a una ambulancia, pero los médicos constataron que el martillero ya estaba muerto, por lo que alertaron a la policía. Efectivos de la comisaría primera de Azul concurrieron al lugar realizaron los primeros peritajes.
Precioso era jubilado, había trabajado muchos años como martillero público y era el fundador y presidente de la Asociación de Cirujía Cardiovascular de Azul. Además, colaboraba con el departamento de Cirujía Cardiovascular del Hospital Municipal Angel Pintos de Azul y participaba activamente de los eventos sociales de la ciudad bonaerense.
El caso es investigado por personal de la Delegación de Investigaciones de Azul, de la comisaría primera de Azul y por el fiscal de turno de esa ciudad, Nelly Edith Rosas.
