Después de un tumultuoso traslado desde su vivienda, donde le sacó la lengua a los periodistas, el odontólogo Ricardo Barreda ratificó hoy ante el juez platense Raúl Dalto que salió sin autorización judicial de su casa del barrio porteño de Belgrano, donde cumple arresto domiciliario por cuádruple homicidio, para dirigirse de "urgencia" a una farmacia tras sufrir una "descompensación".
Así lo indicó su abogado defensor, Eduardo Gutiérrez, que precisó a la prensa que el dentista condenado a reclusión perpetua por el asesinato de su esposa, sus dos hijas y su suegra "dio un fiel relato de lo que sucedió" ante el juez Dalto.
El letrado reveló, además, que las pericias psiquiátricas a las que fue sometido Barreda la pasada semana "fueron positivas", por lo que estimó que la Cámara Penal podría hacer lugar en breve al pedido elevado de "libertad condicional".
Tras declarar durante una hora ante el juez Dalto, el odontólogo se retiró del edificio de los tribunales platenses por una salida lateral rumbo a su domicilio del barrio de Belgrano, escoltado por personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y sin realizar declaraciones a la prensa.
El camarista lo citó a declarar luego de que fue filmado por un canal de televisión el lunes 17 cuando caminaba por las calles de Belgrano con una bolsa de nylon en sus manos, a varios metros del edificio donde fijó residencia junto a su actual pareja.
Su abogado explicó que durante la declaración "negó haber quebrantado el arresto domiciliario, dijo haber concurrido a una farmacia a tomarse la presión arterial ante una urgencia e informado posteriormente a la justicia", como lo exige la prisión domiciliaria.
"Dio un fiel relato de lo que había sucedido, lo que motivó que se trasladara a la farmacia por la descompensación", remarcó Gutiérrez e indicó que "si se trata de una causa que justifique, como por una urgencia médica, está expresamente contemplado que se haga atender y luego lo comunique a la Cámara".
El cuádruple homicida fue trasladado por personal del SPB desde su vivienda del barrio de Belgrano, rodeada de periodistas que aguardaban su partida y a quienes optó por sacarles la lengua en gesto burlón y evitar responder a sus preguntas.
Barreda llegó a las 10.45 a los tribunales ubicados en la calle 8, entre 56 y 57, adonde ingresó sin esposas al despacho del magistrado en medio de forcejeos y de gritos de "asesino" provenientes de un grupo de mujeres, entre ellas Rosa Schoenfeld de Bru, madre de Miguel Bru, víctima de la violencia policial. Poco después de las 12 se retiró, escoltado por efectivos penitenciarios, para iniciar el viaje de regreso a Belgrano.
Barreda había sido filmado por un canal de televisión el pasado lunes 17 de enero, mientras caminaba por las calles del barrio con una bolsa de nylon en sus manos, a varios metros del edificio donde estableció residencia.
Barreda fue condenado en 1995 a cadena perpetua por matar el 15 de noviembre de 1992 a escopetazos en su casa de La Plata a su esposa, Gladys McDonald (57), su suegra Elena Arreche (86) y sus hijas Cecilia (26) y Adriana (24).
El odontólogo contó que su mujer le pidió que limpiara telarañas del techo y al buscar los elementos halló la escopeta con la que cometió la masacre. Después de una extensa pulseada judicial para tratar de revertir el fallo o evitar la cárcel, el destinta consiguió que en 2008 la Justicia le otorgara el arresto domiciliario en l barrio de Belgrano, donde vive con su actual pareja.
Fuente: DyN