Los médicos forenses que hicieron la autopsia al cadáver de María Marta García Belsunce favorecieron a Carlos Carrascosa al testimoniar que el viudo "pudo no haberse dado cuenta" de que su esposa había recibido cinco balazos en la cabeza.
Ese fue el principal punto de interés surgido en la octava audiencia del juicio que se le sigue a Carrascosa como coautor de los delitos de "homicidio calificado" de su esposa y "encubrimiento agravado" del crimen, el 27 de octubre de 2002 en la casa que el matrimonio ocupaba en el country Carmel.
Los especialistas en necropsias Carlos Flores y Hernán Moreira hicieron la de García Belsunce el 2 de diciembre de 2002, o sea 36 días después de la muerte, y establecieron que cinco proyectiles estaban alojados en el cerebro de la víctima recién después de retirar el pelo, abrir el cuello cabelludo y retirar el hueso fracturado.
Ambos médicos legistas de la Policía Científica testimoniaron en otro juicio, que el juzgado de instrucción número 8 porteño llevó a cabo por la falsedad del certificado de defunción de García Belsunce, y sus declaraciones hoy fueron incorporadas como prueba por lectura en el proceso a Carrascosa.
Flores recordó que al revisar el cadáver en la autopsia a primera vista "no había sospechas de lesiones por armas de fuego" y señaló que recién cuando retiraron el pelo y removieron la zona aparecieron a la vista "seis agujeros en el parietal izquierdo", luego de lo cual encontraron "cinco proyectiles en el interior" del cerebro.
Moreira, que operó el instrumental, señaló lo mismo y abundó en detalles cuando sostuvo que en principio parecían "hematomas pero no heridas contuso punzantes ni mucho menos contusos perforantes" para resumir con que "sólo se veían contusiones cerradas, no heridas".
El forense admitió que cayeron en la cuenta de la presencia de heridas punzantes en la cabeza de García Belsunce luego de la limpieza del cuero cabelludo e incluso confió que advirtieron que eran disparos recién al encontrar la sexta marca en el hueso craneal, por el tipo de huella que dejó el rebote de la bala.
Entonces el juez le preguntó qué podrían advertir las personas no expertas e incluso médicos generales cuando vieron a la víctima poco después del hecho y Moreira contestó: "Pueden no haberse dado cuenta de que eran heridas causadas por proyectiles".
Igualmente afirmó que quienes hayan visto y revisado el cuerpo de García Belsunce en los primeros momentos "no pudieron dejar de ver la llamativa pérdida de sangre y de masa encefálica" que ocasionan las heridas perforantes de los tiros.
De todos modos, esta prueba solicitada por la defensa le viene como anillo al dedo a Carrascosa por su versión de que al principio pensó que su esposa se había caído en la bañera y se había golpeado la cabeza, al punto que así lo manifestó al pedir auxilio al servicio de ambulancias.
La audiencia prosiguió con la tediosa y prolongada lectura de la prueba documental que será debatida en el juicio, mientras algunos periodistas se dormían o daban cabezazos, entre risitas divertidas de los jueces María Etcheverry y Luis Rizzi al advertir las caídas de los cronistas en manos de Morfeo.
Se prevé que el trámite de la incorporación de la prueba al debate mediante su lectura se prolongue durante toda esta semana y tal vez parte de que viene, y recién allí empezaría el desfile de los 239 testigos que pasarán ante el estrado semanalmente -martes, miércoles y jueves- para ser interrogados.
En otro parte de la jornada de hoy fueron leídas, además, las pruebas solicitadas por la defensa, mediante las cuales pretenden vincular al vecino del Country Carmel de Pilar Nicolás Pachelo con el homicidio.
El Tribunal ordenó la lectura de la condena que recibió Pachelo en el 2005 en una causa por encubrimiento agravado por el robo de 47 palos de golf pertenecientes a vecinos del country Carmel.
Por ese hecho, Pachelo estuvo preso un año luego de que su defensa acordó un juicio abreviado con el fiscal Mario Kohan y el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro.
La defensa de Carlos Carrascosa busca de esta manera desacreditar al vecino y así vincularlo con el crimen de María Marta, a pesar de que jamás estuvo imputado en la causa.
A María Marta García Belsunce, una socióloga de 50 años que era vicepresidenta de la entidad Missing Children, la mataron de cinco balazos en la cabeza dentro de la casa en que vivía con Carrascosa, pero tanto su viudo como la familia en principio aseguraron que se trató de un accidente doméstico.
Fuente: Télam