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La principal pista de trabajo surgió del análisis de distintas cámaras de seguridad ubicadas en el radio del ataque. Así los investigadores pudieron ubicar el domicilio de un sospechoso por la agresión sexual contra una joven de 18 años en el barrio porteño de Caballito, ocurrido el miércoles pasado a la madrugada.
El presunto abusador fue detenido ayer por orden del fiscal de instrucción Eduardo Rosende, quien enseguida pidió que fuera sometido a una extracción de ADN para poder cotejar su patrón genético con las muestras que fueron levantadas en la escena.
Fuentes policiales informaron que el sospechoso, de 55 años, vive en la calle Rojas al 200, a metros de las vías del ferrocarril Sarmiento y de la estación Caballito. En su domicilio, que fue allanado por personal de la Superintendencia Federal de Comunicación y Tecnología de la Policía Federal, los detectives secuestraron cinta de embalar similar a la que fue utilizada para inmovilizar a la víctima, prendas de vestir y una mochila de color oscuro con las mismas características que las descriptas por la chica que fue abusada. Lo curioso es que el acusado vive a tan sólo seis cuadras del garaje donde la víctima fue atacada sexualmente.
La joven fue interceptada a las 3 de la madrugada del miércoles cuando regresaba de trabajar como empleada de un local de comidas rápidas y se dirigía hacia la casa de un familiar suyo, ubicada sobre la avenida Pedro Goyena.
Fuentes policiales informaron que la víctima bajó del colectivo en la esquina de Rivadavia y Martínez y caminó una cuadra hasta el cruce con Emilio Mitre, donde fue sorprendida por un sujeto armado que la amenazó y le robó sus pertenencias. Según la denuncia, el hombre la obligó a caminar por Emilio Mitre, cruzó Juan Bautista Alberdi y se dirigió hacia el garaje de un edificio sobre la calle Hualfin 920. Allí, amparado por la oscuridad y la poca gente que había en la calle, la maniató con un cinturón y con cinta de embalar, la amordazó y la violó.