Carlos Carrascosa abandonó anteayer la cárcel, después de que la Sala I de la Cámara de Apelaciones le concediera la libertad y ya instalado en la casa de su amigo Héctor Liñeiro en el country CUBE, donde vivía hasta antes de ir a prisión, espera que la Justicia decida si la sentencia por encubrir el asesinato de su mujer, María Marta García Belsunce, queda firme o es revocada.
Relajado y sonriente, Carrascosa recibió a Perfil, y manifestó su confianza en que el crimen se esclarezca. “Todavía se puede saber qué pasó”, dijo el viudo, que se negó a hablar de la causa. "Voy a ocuparme desde el martes del tema de la investigación, quiero saber cómo está la causa, cuáles son los pasos a seguir para saber quién mató a mi mujer”.
El viudo de María Marta contó a Perfil cómo fueron sus días en la cárcel, y señaló que se llevaba “perfecto” con sus compañeros de celda. “Me mimaban”, dijo, y aseguró que los reclusos se alegraron cuando supieron de su libertad. “Estaban todos a los gritos: Te vas, salió en todos los canales. Estaban todos felices, es impresionante la unión que se hace ahí adentro”, contó Carrascosa, que agregó que algún día volverá a visitarlos.
La ocupación de Carrascosa mientras estaba en prisión era baldear el patio, y aprovechaba el tiempo libre para escribir “como una carta” para María Marta. "Como si fuera una especie de diario con mis vivencias”, aclaró. El viudo no descartó la posibilidad de publicar sus escritos algún día. “Se las voy dando a uno de mis mejores amigos que las va guardando, algún día las voy a releer todas juntas y puede pasar que las publique, las guarde, o las tire”.
El viudo confesó que se emocionó cuando vio a sus amigos reclamando su libertad. “Cuando vi a mis amigos movilizándose frente a Tribunales, lloré”, dice Carrascosa. Y aseguró que no teme volver a la cárcel. “No tengo miedo de ir preso porque soy inocente y porque no me da miedo la cárcel”.