POLICIA

Caso Nisman: Las dudas que se acumulan sobre el arma

El fiscal federal había sido livianamente y mal asesorado por uno de sus costudios sobre la pistola que podía usar para defensa personal.

La Bersa Thunder .22, el arma del caso Nisman.
| Bersa

Según lo que ha trascendido de lo declarado ante la fiscal Viviana Fein por Rubén Benitez, policía abocado al equipo de custodia del fallecido fiscal Alberto Nisman, el día 17 de enero el funcionario judicial le pidió asesoría sobre el arma indicada para portar con el fin de repeler algún posible ataque. 

Nisman habría fundamentado en estos términos: "Sabe lo que pasa, yo la necesito para tenerla en el auto, yo sé que ustedes están atentos, pero alguien los puede chocar y distraerlos y a mí me vienen a agredir, entonces es para repeler. ¿Usted me la podría comprar?". 

En esa charla, de unos 20 minutos de duración, en el living del departamento del fiscal en Puerto Madero, Benitez desaconsejó la elección de un revolver por la escasa capacidad de tiro y recomendó “una pistola Bersa, modelo Thunder o una modelo .380”. 

La declaración de Benítez ante la justicia, quien integra la División Seguridad y Custodia del Ministerio Público Fiscal, quedó en línea con lo manifestado antes por Diego Lagomarsino, el técnico informático que trabajaba con Nisman y que el sábado le entregó su Bersa Thunder calibre .22 LR, encontrada luego junto al cuerpo del fiscal y con la que se habría suicidado. Según Lagomarsino, el funcionario le habría dicho "Prestame tu pistola hasta la semana que viene, que me voy a comprar una". 

Lagomarsino, un legítimo usuario de armas con su credencial vencida, terminó quedando imputado por presunta cesión ilegítima del arma, un delito penado con prisión de uno a seis años. El artículo 189 bis del Código Penal dice que “será reprimido con prisión de un año a seis años el que entregare un arma de fuego por cualquier título a quien no acreditare su condición de legítimo usuario”. El tema es que Nisman nunca había tramitado ante el Registro Nacional de Armas (RENAR) su propia condición de legítimo usuario.

Es difícil creer que Nisman se haya prestado a vulnerar de esa forma la ley, tomando en cuenta de quien se trataba. Y menos que menos cuesta asumir que un hombre como él, pudiera exponerse a pedir consejos a las apuradas sobre un tema tan sensible, a horas de tener que declarar en la Cámara de Diputados, en una charla informal donde la información fue confusa y acotada a un criterio que no contempló un sinnúmero de variables. 

Un policía que venía trabajando desde el año 1999 cumpliendo funciones en la División Operaciones Metropolitana de la Superintendencia de Drogas Peligrosas como chofer-custodio de Nisman (quien pidió su traslado cuando armó su equipo dentro de la nueva unidad fiscal), que en vez de hablarle a su protegido o VIP de armas para la defensa, debería haberle propuesto anticipadamente un mejor plan de seguridad aplicando lo que se denomina pensamiento táctico y estratégico.

Siempre de acuerdo a lo trascendido de la declaración de Benitez, la información sobre armas cortas indicadas para la defensa que brindó es por lo menos elemental tratándose de personal especializado. Recomienda livianamente una pistola Bersa, modelo Thunder o una modelo calibre .380, como si se trata de cosas diferentes, cuando en realidad la línea Thunder de la empresa armera argentina Bersa incluye los calibres .22 LR, .380 ACP, 9 x 19 mm, .40 S&W y .45 ACP. 

Lo de haber descartado el revolver alegando poca capacidad no está mal porque, efectivamente, las pistolas suelen duplicar o más en la mayoría de los calibres, las cargas de municiones presentes en los revólveres. Los revólveres, en calibre .38 SPL en particular y con cañón de 2 pulgadas, suelen estar entre los preferidos como arma secundaria. Un arma secundaria es la que opera de reemplazo en caso de producirse algún evento que impida la continuidad del uso del arma principal, por ejemplo, una pistola que se traba o a la que se le agota la munición.

Al final Nisman terminó sus días con una Bersa Thunder pero calibre .22 LR, una pistola sobre la que me he referido en otra nota. Un arma pedida y prestada como si se tratara de un CD de música, que pasó todos los controles de seguridad y con la que, aún, no se ha podido establecer fehacientemente que el fiscal se haya suicidado. 

Las hipótesis que se mantienen en este caso son: suicidio, suicidio inducido u homicidio. Hasta ahora, la autopsia indica que “no hubo intervención de terceros” en la muerte, por la forma en la que fue encontrado el cuerpo en el baño y los primeros peritajes sobre la bala y la dirección de entrada. Sobre esto último, la fiscal Fein aclaró que el arma fue detonada a una distancia menor a un centímetro, casi apoyada sobre el parietal derecho.​

*Periodista y editor de Universo Armas (www.universoarmas.com.ar)