La provincia de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe se vieron este martes sacudidas por distintos hechos delictivos que terminaron de la peor manera. Un hombre murió tras un robo en La Plata, un jubilado fue muerto a balazos al intentar defender a su familia en San Antonio de Padua, un policía fue asesinado en Zárate, un repartidor de carne muerto por motochorros en González Catán, y un peón rosarino degollado por 400 pesos.
En el primer caso, Jorge Ricardo González, de 61 años, murió de un infarto tras ser asaltado cuando cenaba con su esposa y su hija en su casa de la localidad bonaerense de Ringuelet, partido de La Plata. El hecho ocurrió anoche, alrededor de las 23.30, cuando cuatro ladrones armados y encapuchados irrumpieron en la casa ubicada en la esquina de las calles 15 bis y 528, donde sorprendieron a González y a su familia. Los ladrones, tras concretar el robo, huyeron aparentemente en un auto que los esperaba en las inmediaciones con un cómplice al volante. Pocos minutos después y producto de los nervios González sufrió una descompensación cardíaca y murió.
En el crimen de San Antonio de Padua, dos hombres asesinaron a balazos anoche minutos antes de las 23 a José Méndez, mecánico jubilado de 68 años, delante de su familia y escaparon sin robar nada. Los agresores, de acuerdo con la fuente, balearon al jubilado delante de su familia y luego escaparon en un auto que los esperaba en la puerta. Según se indicó, la víctima vio que habían llegado ladrones y quiso defender a su familia. Fue por eso que, de acuerdo con lo trascendido, habría salido a buscar un revólver calibre 22 que tenía guardado en su taller, pero los delincuentes lo vieron armado y le dispararon. Méndez, herido de dos balazos, murió a los pocos minutos, mientras los delincuentes escapaban sin llevarse nada de valor.
En el tercer caso, un policía bonaerense fue asesinado en Zárate, provincia de Buenos Aires, por dos delincuentes que se movilizaban en una moto. Fuentes policiales dijeron que el uniformado, que tenía el grado de teniente y era miembro de la DDI de Zárate, fue asesinado alrededor de las 18 cuando, estando de servicio, fue a buscar su auto a la calle Córdoba al 600 de esa ciudad del norte bonaerense. En ese momento dos sujetos de entre 18 y 23 años que se movilizaban en una moto abordaron al teniente y le dispararon un balazo que le provocó la muerte.
Respecto del hecho delictivo de González Catán, el repartidor de carne fue muerto de un balazo, al resistirse al ser asaltado por dos delincuentes que se movilizaban en moto, mientras estaba descargando mercadería. Un jefe policial indicó a DyN que todo comenzó cuando la víctima, un repartidor de carne identificado como Cristian Condini, de 49 años, cerraba la puerta trasera de la caja térmica de su camioneta. Allí fue sorprendido por dos jóvenes delincuentes quienes apenas llegaron lo amenazaron con un arma con intenciones de robarle. Entonces se produjo un forcejeo que terminó cuando el delincuente armado disparó contra el repartidor, quien quedó malherido. Condini alcanzó a subir a su camioneta y trató de llegar por sus propios medios hasta un hospital de la zona, pero murió en el camino, señalaron las fuentes.
En Santa Fe, asesinaron a golpes a Marcos Suárez, para robarle 400 pesos y la moto. La víctima tenía 59 años y era peón de un horno de ladrillos. "Lo ataron con el cable de una portátil y lo golpearon hasta que les dijo donde tenía la plata que había cobrado de la semana. No me lo voy a olvidar más: tenía un corte profundo en el cuello, la mandíbula fracturada y un palazo en la cabeza. Todo para robarle 400 pesos y una moto", contó Rulo, el patrón del hombre asesinado. Suárez tenía 59 años, tres hijos y estaba separado. Hay dos detenidos de 24 y 29 años, con abundantes antecedentes prontuariales, sindicados como los autores.