El Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro encontró culpable a Cardozo, de 25 años, y agravó la pena al imponer que la reclusión perpetua sea por tiempo indeterminado: no podrá gozar de libertad condicional ni salidas transitorias.
Los jueces calificaron los hechos como "homicidio agravado con alevosía" y "homicidio criminis causa". La condena coincidió con los pedidos que habían hecho la querella y la fiscalía para Cardozo, que pidió perdón entre sollozos a los familiares de las víctimas, presentes en la sala.
Antes del juicio, el joven, practicante del rito umbanda junto a Martínez, aseveró que no hizo "nada" e insistió con que estaba "como poseído" al momento de la matanza. "Una voz gruesa, en portugués, hablaba por mí y me gritaba 'Tengo que matar'", justificó. Antes, Romina, que perdió a su hija, a una hermana y a su abuela en el hecho, había dicho que lo perdonaba porque él estaba "poseído".
La madre de Martínez se mostró "muy conforme" con el veredicto y dijo que si se llega a demostrar que su hija participó del triple homicidio "pague lo que tenga que pagar".
Cardozo no encontró a la joven en la vivienda y descargó su furia contra las tres familiares de ella, apuñalando a la abuela de la chica, a otra hija de Romina, y a la hermana de su mujer.
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