A poco más de dos años del homicidio de Blas Correas, la justicia cordobesa condenó este viernes 31 de marzo a Lucas Gómez y Javier Alarcón a prisión perpetua; mientras que 9 de los 11 policías y altos mandos fueron condenados por encubrimiento.
Después de 205 días de juicio, la Cámara 8va. del Crimen de la ciudad de Córdoba a través de un jurado popular integrado por ocho ciudadanos y dos jueces técnicos sentenció a los cabos 1°, Lucas Damián Gómez y Javier Catriel Alarcón por homicidio calificado en abuso de su función y por tentativa de homicidio a prisión perpetua.
Arranca el jury al fiscal acusado de liderar una banda
También fueron condenados otros policías, de acuerdo a su grado de responsabilidad en los hechos, por "plantar" evidencia falsa -un arma en el auto de los jóvenes- y de esa manera justificar los disparos contra ese vehículo.
La oficial ayudante Yamila Florencia Martínez, considerada autora de incumplimiento de promover la persecución penal y encubrimiento agravado fue condenada a 4 años y tres meses de prisión. La agente Wanda Micaela Esquivel fue condenada a 3 años y diez meses por incumplimiento de promover la persecución penal y encubrimiento agravado.
Crimen de Luis Espinoza: cuatro policías fueron condenados a cadena perpetua
Por su parte, el cabo Leandro Alexis Quevedo fue condenado a 4 años por encubrimiento -por mayoría- y por falso testimonio -por unanimidad-, mientras que el oficial ayudante, Ezequiel Agustín Vélez fue condenado a 2 años y seis meses por falso testimonio.
Entre los altos mandos involucrados la condena recayó en el subcomisario Sergio González (cuatro años y diez meses), el comisario inspector Walter Soria (cuatro años y nueve meses), el comisario inspector Jorge Galleguillo (cuatro años y ochos meses), el oficial ayudante Ezequiel Vélez (dos años y medio), el cabo Leonardo Quevedo (cuatro años) y el comisario inspector Juan Gatica (cuatro años).
Finalmente, Leandro Alejandro Martínez y Rodrigo Emanuel Tolosa tras haber sido acusados de falso testimonio y encubrimiento fueron absueltos.
Día de furia: la frenaron, golpeó a la policía y terminó presa
La trágica noche
El 6 de agosto de 2020 en la ciudad de Córdoba un grupo de adolescentes, en el que viajaba Blas Correas, se trasladaba en un Fiat Argo blanco. Los jóvenes venían de discutir con un motociclista cuando al llegar al control policial uno de los uniformados les ordenó detenerse. Pero el conductor se asustó y, en lugar de frenar, decidió seguir. Los cabos Lucas Gómez (37) y Javier Alarcón (33) decidieron disparar contra el vehículo.
De los cuatros disparos efectuados con el arma reglamentaria del cabo Lucas Damián Gómez -según consta en el expediente- uno de ellos impacto contra en la espalda de Blas Correas provocándole la muerte.
Declaraciones previas
Antes de conocerse el veredicto, los dos condenados por el homicidio dijeron ante los jueces de la Cámara Octava del Crimen: "Quiero realmente pedir perdón por lo sucedido. No fue mi intención quitarle la vida a nadie, eso mi Dios lo sabe", dijo Lucas Gómez, de cuya arma salió el disparo que mató a Blas. Mientras que, el otro condenado por el crimen, Javier Alarcón, dijo: "No soy un asesino".
A la espera de la sentencia, Soledad Laciar, la madre del joven asesinado expresó: "Pensé que iban a decir algo distinto. Parece que todos estamos locos y que la Justicia los puso presos por equivocación". En declaraciones a la prensa, Laciar sostuvo: "Acá hay una sola realidad y es que Blas no está y plantaron un arma. Dijeron que hubo un enfrentamiento que no ocurrió".
Al referirse a las palabras de los acusados, sentenció: "Lamento que siga ese rotundo silencio en la Policía y que sigan creyendo que el silencio sea la mejor arma. Si fueron honestos o no en lo que dijeron no puedo decir nada, no soy quién para poner en tela de juicio sus dichos. Pero después de lo que vi estos siete meses, para mí, son culpables y creo que la Justicia tiene que ser justa".
Además de familiares y amigos de Correas, también estuvieron presentes en los Tribunales organizaciones de Derechos Humanos y hasta los integrantes de la barra brava del club Belgrano, del cual el Blas era hincha fanático.
nt