El circuito de distribución de la organización es tan amplio y diverso en la ciudad de Buenos Aires –así como en otros centros urbanos del país– que difícilmente sienta el impacto de un operativo policial como el que se promocionó este jueves en la Jefatura Departamental de La Matanza. Allí se anunció que siete laboratorios habían dejado de funcionar. Que hubo cinco detenidos. Que se oficializó el pedido de captura de otros tres sospechosos. Y que se secuestraron más de 12 mil pastillas de éxtasis y 300 troqueles de LSD por un valor estimado en 92 millones de pesos.
Según fuentes policiales consultadas por PERFIL, una parte de la estructura fue debilitada. Pero, por las características que tiene esta banda, probablemente siga operando.
Los últimos operativos realizados por la Bonaerense y la Federal, en el marco de la causa Nº 13.392, golpearon a una célula que actuaba en la zona oeste del Conurbano. Al menos cuatro de los cinco detenidos son amigos, y residen en la localidad de Ituzaingó.
Para los investigadores, el cabecilla del grupo sería uno de los tres prófugos que tiene el caso. Lo que se sospecha es que su lugarteniente sería el falso gerente de ventas de una empresa de viajes estudiantiles: Raúl Maciel (34).
Maciel aseguró que vendía viajes de egresados como freelance. Es probable. La empresa en cuestión cuenta con más de 500 representantes que trabajan por fuera de la firma. En su domicilio hallaron chalecos e indumentaria oficial.
Su presunta vinculación con contingentes de estudiantes fue una de las cuestiones que más alarmaron a los investigadores. “Desarticulamos una banda narco que vendía droga a nuestros adolescentes. Eso les decimos a los padres de nuestros jóvenes”, anunció el jueves el jefe de la Bonaerense, Hugo Matzkin.
Según las fuentes, los cinco detenidos estaban en contacto no sólo con adolescentes, sino también con jóvenes y adultos que frecuentan la movida rave. Julio César Martínez, por ejemplo, no sólo aparece vinculado al operativo “Manzanas Verdes”, como se conoció el último procedimiento. También fue procesado y detenido por “Ibiza”, un megaoperativo realizado el 26 de septiembre pasado en el microcentro porteño que permitió la detención de siete personas y el secuestro de 21 mil pastillas de éxtasis.
Los voceros indicaron que el cabecilla de esta célula sería un ciudadano español, que coordinaba los envíos de droga al exterior.
Con los datos reunidos, los pesquisas comenzaron a analizar el abanico de contactos que surgió de estos hombres. Según un vocero consultado, se escucharon 73 líneas telefónicas que sirvieron para marcar los nuevos objetivos.
Martínez, que había recuperado su libertad, volvió a caer a raíz de los elementos de prueba reunidos en las últimas semanas.
Según los investigadores, el acusado es patovica y sería uno de los encargados de filtrar la droga en boliches y fiestas electrónicas en las que lo contrataban como empleado de seguridad.
Los hermanos Diego, de 29 años, y Gabriel Aguilera, de 28, también formarían parte de la movida electrónica. Ambos estarían relacionados con Maciel. Lo mismo sucedería con María Belén Suárez, una bella joven de 28 años que es organizadora de eventos y que está siendo investigada por su posible relación con la venta de drogas en los boliches.
Todos ellos están bajo proceso judicial. Su futuro comenzará a definirse en las próximas horas, cuando el juez Raúl Alí analice todas las pruebas reunidas.