Seis integrantes de una banda internacional de narcotraficantes fueron detenidos por la Policía en el marco de una operación denominada “Reyes Blancos”. Durante el procedimiento, secuestraron 244 kilos de clorohidrato de cocaína.
De esta manera, se desbarató una de las ramificaciones locales de los cárteles mexicanos de Tijuana y Guadalajara, asociados con narcos estadounidenses, españoles y peruanos, según informó hoy el diario La Nación.
Uno de los detenidos es un hombre de nacionalidad estadounidense nacido en Colombia, que vivía en un piso en Puerto Madero valuado en un millón de dólares.
El otro hombre que fue apresado es un empresario de nacionalidad peruana afincado en la localidad bonaerense de Berazategui. Es dueño de una flota de camiones que se utilizaban para trasladar los narcóticos. Además, es propietario de un sótano ubicado en la localidad bonaerense de Plátanos, a medio camino entre la ciudad de Buenos Aires y La Plata, en donde funcionaba un búnker en donde se almacenaban los estupefacientes.
Los narcotraficantes, asociados a la mafia de origen peruano, traían cocaína desde Colombia, para luego exportarla a España y los Estados Unidos, el país de mayor consumo a nivel mundial de esta sustancia. Para llevar la droga hasta el principal mercado internacional, los narcos la hacían pasar vía México.
El dueño del millonario piso en Puerto Madero fue detenido anteayer cuando regresaba de Bogotá en un vuelo de Lan Chile. En su vivienda, ubicada en Juana Manso al 740, se encontraron un plasma, una moto Honda 1000, seis celulares, relojes, un fajo de 27.800 dólares y documentación escrita en clave.
En empresario peruano, fue detenido en Berazategui y luego trasladado al depósito ubicado en Plátanos. Allí había un Peugeot 306 con 244 kilos de cocaína escondidos, además de una cámara séptica de un gran tamaño.
En la investigación participaron policías de la Superintendencia Drogas Peligrosas de la Policía Federal, la Aduana y agentes de Contrainteligencia de la SIDE, a cargo del juzgado federal de Lomas de Zamora. Venían siguiendo el caso desde el 2004 y los últimos operativos comenzaron en la víspera de Año Nuevo.