Seis policías bonaerenses fueron exonerados de la fuerza por apremios ilegales contra cuatro personas que fueron detenidas y golpeadas en la Comisaría 7a. de Lomas de Zamora, según lo establecido por el ministerio de Seguridad.
La medida, efectivizada por la Auditoría General de Asuntos Internos, incluye al capitán Sergio Omar Cabrera, al teniente primero Walter Javier Burgos, al teniente primero Víctor Germán Vergara, al teniente Rodolfo Gabriel Refichi, al sargento Jorge Rubén Schwindt y el oficial de Policía Juan Gabriel Torres.
"El 18 de mayo de 2007, a plena luz del día, el servicio de calle de la referida comisaría, integrado por el teniente 1 Burgos, teniente Refichi, sargento Schwindt y el oficial de Policía Torres, detuvo en Camino Negro y Marcella de Lomas de Zamora a cuatro hombres que se encontraban en el interior de un Peugeot 405", se indicó oficialmente.
Para reducirlos, "optaron por aplicarles diversos golpes de puños y patadas en diferentes partes del cuerpo que provocaron una herida cortante en la cabeza de uno de los detenidos". En un comunicado, se señaló que "luego, ya en el interior de la comisaría séptima de Lomas de Zamora, los alojaron en la cocina y en la oficina del servicio de calle para continuar con la golpiza, exigiéndoles a cada uno que 'consigan' dos mil pesos para recuperar la libertad".
La máxima sanción disciplinaria también fue aplicada para el personal policial "que presenció y ocultó los excesos de sus camaradas". Al capitán Cabrera se lo exoneró "por comprobarse su presencia en la comisaría cumpliendo la función de jefe al momento que sus subordinados apremiaban a los detenidos". Por su parte, el teniente primero Vergara corrió igual suerte que su compañero y jefe "por omitir volcar en el acta el verdadero origen de las heridas que presentaron los aprehendidos, pretendiendo ocultar los apremios con frases típicas como: 'se utilizó la fuerza mínima e indispensable para reducir' o 'presentó marcas en ambas muñecas producto de la presión de las esposas'".
La sanción impuesta "es la más severa contenida en el régimen disciplinario policial e implica la separación definitiva de la fuerza, la pérdida del empleo, de todos los beneficios inherentes al cargo y un obstáculo casi insalvable para volver a desempeñarse en cargos públicos".
Los ex policías Schwindt, Burgos, Torres y Refichi se encuentran procesados por los delitos de "Apremios Ilegales" y "Tentativa de Extorsión", investigación en la que interviene la UFI N 2 de Lomas de Zamora, a cargo del juez Daniel Domingo Gualtieri.
Fuente: Dyn