POLICIA
el crimen del ladron en zarate

El carnicero ‘justiciero’ quedó libre y dijo que está arrepentido

Daniel Oyarzún recuperó su libertad luego de permanecer tres días en prisión. Se mostró conmovido y no paró de llorar. “Estoy feliz”, aseguró.

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Emocionado. El carnicero de Zárate lloró ante la cámaras de televisión y explicó que sólo quería recuperar lo que le habían robado. Pasó tres días detenido por haber atropellado y matado al ladrón que le robó. Ayer recuperó su libertad. | captura tv
“Si pudiera volver el tiempo atrás lo haría. Estoy arrepentido totalmente. En el momento sólo quería seguirlo, recuperar lo que es mío”. El carnicero Daniel “Billy” Oyarzún pronunció estas palabras sin dejar de llorar, conmovido y aliviado, en la puerta de su casa de Zárate. Hace cuatro días tomo una decisión que cambió su vida: persiguió, atropelló y mató a un ladrón que había ingresado a su negocio a robar. Desde entonces estuvo detenido hasta ayer, que recuperó la libertad hasta el inicio del juicio oral y público en su contra y regresó con su familia.

Daniel, de 37 años, habló en la puerta de su casa rodeado de su familia. Ayer a las 8 la jueza de Garantías de Zárate- Campana, Graciela Adriana Cione, ordenó su excarcelación para que espere en libertad el juicio que deberá afrontar por el delito de “homicidio simple”.
“La jueza vio que no había antecedentes penales míos, cómo yo vivo y por mi forma de ser, de persona (vio) que no había motivos para que esté detenido”, explicó Oyarzún sobre su encuentro con la magistrada. “Cómo sigue lo va a decidir la Justicia, yo por ahora estoy en libertad con mi familia, pero esto sigue”, destacó.
El martes pasado dos ladrones ingresaron a robar en la carnicería de Daniel. Los delincuentes  efectuaron dos disparos y se llevaron la recaudación. El hombre se subió a su auto Peugeot 306 y empezó a seguir al dúo de asaltantes que huía en una moto.

En la persecución, que duró tres cuadras, se escucharon seis disparos más. Los peritos, más tarde, determinaron que ninguno de los tiros efectuados con una pistola calibre .380 pegaron en el vehículo que conducía el carnicero y que fueron efectuados por uno de los ladrones. Luego el auto embistió a la moto y  el ladrón que manejaba, Brian Emanuel González (24), quedó atrapado entre un poste y el Peugeot. Los vecinos que se acercaron al lugar golpearon al delincuente y hasta lo registraron con sus teléfonos celulares. Más tarde falleció en el hospital. El otro ladrón, por ahora, permanece prófugo.

“Solamente lo quería parar, seguirlo para recuperar lo que es mío, porque yo trabajo diariamente con la carnicería”, justificó su reacción Daniel. Y aseguró: “Ahora estoy feliz, feliz de estar con mi familia, con mis hijas. Ahora sólo quiero seguir siendo una buena persona”.

Defensa. Los nuevos abogados particulares del carnicero Oyarzún, Ricardo Izquierdo y Micaela Van Lacke, aseguraron que para ellos la muerte del delincuente fue “un accidente de tránsito”.
“No sé si hay legítima defensa. Para esta defensa hay tres hechos con una continuidad, que nunca se interrumpieron, que fueron: un asalto, un seguimiento a los efectos de conseguir la participación policial y un desenlace con un accidente de tránsito”, dijo Izquierdo en la puerta de  casa de su cliente.
El letrado dio a entender que Oyarzún no fue quien embistió la moto con su auto, sino que la culpa de que el vehículo en el que escapaban los delincuentes se desestabilizara la tuvo el ladrón prófugo que venía atrás, como acompañante, que efectuaba disparos con una pistola calibre .380 y se bajó en movimiento.

“Según nos manifiesta Daniel, el que se bajó de la moto en marcha provocó que la moto se desestabilizara y la caída del conductor. Mientras que él (por Oyarzún) con los frenos accionados no tuvo forma de evitar el desenlace”, explicó el letrado. “Daniel no intentó hacer nada que esté fuera de la ley; surgieron las cosas como surgieron”, agregó.

Por su parte, el abogado de la familia del delincuente aseguró que en este caso “hay dos víctimas”.
“No soy el verdugo del carnicero; la familia no quiere ser verdugo del carnicero. Mi función es velar para que se lleve a cabo todo lo necesario para esclarecer el hecho. Acá hay dos víctimas, tanto el carnicero como este chico que falleció”, sostuvo Ernesto Gómez y agregó: “Si yo me subo en mi camioneta y salgo a perseguir a un delincuente, yo sé lo que estoy haciendo, y sé que si lo llevo por delante y lo mato, me tengo que aguantar las consecuencias, como cualquier hijo de vecino”.


Todos excarcelados

En lo que va del año, catorce personas hicieron “justicia por mano propia” y mataron a los delincuentes que quisieron asaltarlos. Todos están en libertad y la mayoría de ellos amparados bajo la figura de la “legítima defensa”.
Ayer recuperaron la libertad el carnicero de Zárate y un remisero que forcejeó con el ladrón y le disparó luego de poder sacarle el arma en José León Suárez.
En septiembre hubo un tercer caso de justicia por mano propia cuando un comerciante asesinó al delincuente que entró a robar a su local de  la ciudad de Mar del Plata.
La misma cantidad de hechos se repitió en agosto y en julio, según reportes periodísticos.
El caso más popular fue el del cirujano Lino Villar Cataldo, que le disparó a un delincuente que planeaba robarle el auto en Loma Hermosa.
En junio y en abril se produjeron dos hechos cada uno de los meses. Y en marzo el dueño de una heladería de Moreno acabó con la vida de un asaltante.