Tras ser sumariado por una falta grave y ser despedido de su función municipal, en Lobería, Julio Aldecoa se desquitó de la peor forma: baleó al intendente Hugo César Rodríguez y a un colaborador, Héctor Álvarez, mientras hacían gimnasia. No le alcanzó: mientras Álvarez murió en el acto, el asesino remató al jefe comunal de dos hachazos en la cabeza.
Después del ataque, Aldecoa se refugió en su casa. Fue detenido por la Policía y trasladado a Necochea por temor a un linchamiento. Indignados, cientos de vecinos de Lobería habían rodeado la casa e intentaron incendiarla.
Según consignó el diario Clarín, el autor de los disparos mortales contra Rodríguez, se desempeñaba como jefe del galpón de maquinaria e insumos de Vialidad y era un funcionario de extrema confianza para el intendente.
Pero, en mayo pasado, en una pelea a golpes hirió al secretario de Planeamiento y Coordinación del Gabinete local, Silvio Vidal. "Incluso le mordió la nariz y una oreja, arrancándole trozos de tejido", le dijo el periodista local Héctor Sabadini a ese matutino. Por ese motivo, se le labró un sumario a Aldecoa aunque permanecía en libertad y en la planta de personal.
El mismo Vidal se mostró "shockeado" por el crimen. "La muerte de Hugo es una pérdida muy fuerte", fueron las primeras palabras del secretario de Gabinete del gobierno municipal.
En declaraciones al portal Ecos Diarios de Necochea, el funcionario especuló con la premeditación del hecho: "Siempre venían a caminar Hugo y Héctor (Álvarez), eran muy amigos y cualquiera podía saber que ellos estaban en este lugar".
Sobre los antecendentes del supuesto autor del doble crimen, Silvio Vidal reconoció que Julio Aldecoa "había integrado el equipo de gobierno y era una persona muy agresiva. Conmigo había tenido un incidente y por eso se le inició un proceso judicial", dijo en referencia al episodio que provocó el sumario.