POLICIA
momento clave

Esta semana estará el cotejo de ADN que podría definir la suerte del portero

Sin salida. Angeles habría sido abordada por el portero en los cinco pasos que separan la puerta de su casa con la principal.
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Esta semana será clave para echar un poco de luz en el caso Angeles. Tanto los abogados del portero como la fiscal que investiga el crimen esperan el resultado del cotejo de ADN realizado entre las muestras extraídas de la uñas de la adolescente y el hilo sisal con el que estaba atado el cuerpo, con el patrón genético de Jorge Mangeri, el único detenido que tiene la causa.

“Esta investigación se va a definir por la labor técnica de los peritos y los testigos oculares técnicos, que son las cámaras de seguridad”, entendió ayer Miguel Angel Pierri, abogado del principial sospechoso. “Es una causa muy particular porque no tiene testigo, ni móvil, ni escena del crimen. Hay mucha prueba para recolectar. Será decisivo cuando se conozcan los primeros resultados de las pericias de ADN”, manifestó el letrado, en una entrevista con radio Mitre. A partir de los datos que revelen esos peritajes, la defensa del portero evaluará la estrategia a seguir y si finalmente solicita la excarcelación del hombre que hace diez años trabaja como encargado del edificio de Ravignani 2360, donde la víctima vivía con su familia.

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“Está dispuesto a pelear por su libertad en la búsqueda de la verdad”, subrayó el abogado, quien añadió que Mangeri “tiene un excelente concepto” de la familia Rawson.

La fiscal María Paula Asaro considera que Angeles regresó de su clase de gimnasia alrededor de las 10 de la mañana, pero no llegó a entrar a su departamento porque habría sido interceptada por el portero. Ella vivía con su familia en el departamento A de la planta baja. Nadie escuchó nada. Detrás de esa puerta estaba en ese momento su hermanastro Axel y la empleada doméstica, Dominga Torres. La justicia espera para los próximos días la incorporación al expediente de los resultados de las pericias de laboratorio para determinar si pertenece al acusado el material genético masculino que apareció en la soga que se usó para atar el cuello del cadáver.

Mientras tanto, Mangeri permanece en la cárcel de Ezeiza. Lo detuvieron el sábado 15 de junio, cuando en medio de la testimonial le habría dicho a la fiscal María Paula Asaro: “Fui yo”.

En ese momento Mangeri fue instado a guardar silencio para no incriminarse, y quedó detenido por el homicidio de la menor de 16 años, ocurrido en la mañana del lunes 10 de junio.

Según el acta en la que Mangeri fue imputado, el hombre de 45 años aseguró: “Mi mujer no tuvo nada que ver. Soy el responsable de lo que pasó en Ravignani 2360. Fui yo”.