La increíble fuga de trece presos de la cárcel de Ezeiza desató una crisis que puso en duda las medidas de seguridad con las que cuentan las unidades dependientes del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
La evasión masiva de casi todo un pabellón provocó la renuncia del por entonces director del SPF, Víctor Hortel.
La fuga ocurrió el 20 de agosto último, en el pabellón B del módulo 3. Los evadidos realizaron un boquete aprovechando el caos generado por una serie de actos y festejos por el Día del Niño.
Por si fuera poco, los internos que escaparon sabían que las cámaras de seguridad estaban desactivadas y que los sensores de movimiento no funcionaban.
De los trece presos que escaparon, seis continúan prófugos: Martín Alejandro Espiasse Pugh (35), condenado a prisión perpetua por el asesinato de dos policías cometido en 2007 en Rawson; Alberto Manuel Freijo (33), Thiago Ximenez (29) y Renato Dutra Pereira (27), ambos brasileños y acusados de ser los ideólogos de la huida; Mario Enrique Bañera (38), y Jonathan Páez (23).