POLICIA
Un TIRO EN LA FRENTE de la impunidad

Finaliza juicio por otro caso de gatillo fácil

El caso sucedió en Escobar, hace diez años, cuando un bonaerense persiguió y mató a un hombre. Fue detenido, escapó y lo recapturaron. Está acusado de "homicidio calificado por alevosía".

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El juicio oral que se le sigue a un ex policía bonaerense acusado de asesinar a un joven en un presunto caso de "gatillo fácil" ocurrido en 1997 en Escobar se reanudó esta mañana con los alegatos de las partes.

La audiencia comenzó a las 8.00 en el edificio judicial situado en 25 de Mayo 955 de la localidad de Campana, cuando el fiscal de juicio Humberto Bottini acuse al imputado Ramón Medina por el homicidio de Pablo Martinoli.

Luego será el turno del alegato del abogado querellante, Adolfo Tournier; después el del defensor Jorge Iparraguirre y finalmente los jueces Darío Porta, Daniel Ropolo y Ángeles Andreini darán al acusado la posibilidad de realizar sus "últimas palabras" del proceso oral.

El ex sargento Medina llegó al juicio procesado con prisión preventiva por el delito de "homicidio calificado por alevosía" en perjuicio de Martinoli, por el que podría llegar a ser condenado a la pena de reclusión perpetua.

En la última jornada del debate, dos testigos complicaron la situación del imputado al declarar que minutos antes del crimen vieron a Medina y a su hijo armados y persiguiendo el auto de la víctima y a un amigo.

Otro testimonio importante surgido del juicio fue el de Jorge Malvido, padre del amigo que iba en el auto con Martinoli y que resultó herido en el mismo hecho, luego fue detenido por el supuesto robo del auto de Medina y hace unos años murió en un enfrentamiento con la Policía por otro episodio.

Este hombre declaró que fue el hijo de Medina quien efectuó el primer balazo que hirió a la víctima y que el ex sargento le disparó a la cabeza cuando ésta estaba tirada en el piso.

Este testigo había sido propuesto por la defensa, ya que en la instrucción de la causa declaró que los dos disparos que recibió Martinoli habían sido efectuados por el hijo del imputado, que luego fue a prisión por herir Alejandro Malvido, el amigo de Martinoli.

El hecho ventilado en este debate ocurrió el 9 de abril de 1997 cuando Martinoli viajaba en un Fiat Duna junto a Malvido por la localidad de Escobar y al llegar al kilómetro 52 de la ruta Panamericana, el vehículo fue interceptado por el sargento Medina, quien iba en su auto junto a su hijo Pablo.

De acuerdo a la investigación judicial, Martinoli descendió del vehículo, corrió por Panamericana y luego por la avenida Los Inmigrantes, donde recibió un disparo en el glúteo y otro en la cabeza y finalmente cayó muerto en el lugar.

Tras la muerte de Martinoli, Medina fue detenido por orden del juez Rodolfo Boero Mansilla, quien nueve días después del crimen excarceló al acusado por "falta de mérito" al considerar que el sargento había actuado en su legítima defensa.

Luego hubo varios cambios de jueces hasta que la causa recayó en el juzgado de Raquel Slotolow, quien ordenó realizar una segunda autopsia, ya que la querella cuestionaba la primera que señalaba que Martinoli recibió el disparo mortal en la parte posterior del cráneo cuando estaba de espalda a su agresor, lo que coincidía con el relato del Medina.

Pero la segunda autopsia determinó que, en realidad, Martinoli recibió el disparo mortal en la frente, cuando estaba cara a cara con el tirador, agregó el letrado.

En base a esta autopsia y nuevos testimonios, la jueza Slotolow ordenó en julio de 2000 la prisión preventiva de Medina, quien al conocer la resolución se escapó.

Mientras estuvo prófugo , Medina fue echado de la Policía y a principios de 2006 el Ministerio de Seguridad bonaerense ofreció 50 mil pesos de recompensa para quienes aportaran datos que permitieran localizar al acusado.

Finalmente, el 2 de febrero de ese año Medina fue detenido en el interior de la Villa 31, en el barrio porteño de Retiro, y alojado en la Unidad Penal 21 de Campana.

Fuente: Télam