Mario Freiro, el hombre acusado de estrangular y enterrar a su esposa debajo de la cama, reconoció hoy en el juicio oral que tras sufrir una agresión de su esposa, se defendió y que la mujer terminó muerta y la sepultó.
"Ese día tuvimos una terrible discusión... Me tiró una sartén con aceite... Me defendí de la quemadura pero no me acuerdo si le pegué un tiro, si la apuñalé, si la agarré del cuello. La encontré muerta, me asusté. Pensé que iban a decir que la maté y la sepulté en la habitación", fueron algunas de las frases de Freiro al contar por primera vez en la causa su versión de los hechos.
Luego de la confesión, el fiscal de La Matanza Ariel Panzzoni pidió hoy que Freiro sea condenado a la pena de reclusión perpetua por homicidio calificado por el vínculo.
Panzzoni mencionó como agravantes "la abominable situación de esconder el cuerpo, el ocultamiento de datos de dónde estaba la
mujer hacia su familia, era la madre de sus hijos, y el vínculo matrimonial", y le dijo al tribunal que no veía "atenuantes para
aplicarle al imputado".
Freiro comenzó a ser juzgado el lunes pasado ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza, ubicado en Entre Ríos y Catamarca de la localidad de San Justo.
La estrategia de los defensores Miguel Racanelli y Damián Pérez es demostrar que no está probado que Freiro estranguló a su mujer y que sólo cometió una falta municipal al enterrarla en su propia casa y no denunciar su fallecimiento.
En la primera audiencia, la situación de Freiro quedó comprometida cuando su hijo menor, Pablo, actualmente de 18 años, ratificó ante el tribunal que vio cuando en 1998 sus padres tuvieron una fuerte pelea que culminó cuando su padre tomó a su madre por el cuello y la mujer se desvaneció.
"De aquel día sólo recuerdo que María Angela decía que se cumplía un aniversario de que conocía a un tal Ricardo, que discutió con Mario, que comenzaron a tirarse manotazos, ella intentó pegarle con una sartén y él la agarró del cuello", contó el chico.
Luego, dijo, vio cuando el hombre arrastró a la mujer al dormitorio matrimonial y regresó con una pala y una maza, tras lo cual le dijo: "Andá a acostarte que es tarde y no le digas nada a nadie de esto".
Tras la declaración del imputado y la de los testigos que restan, el debate pasará a su etapa de alegatos. La acusación está en manos del fiscal Ariel Panzzoni y la familia de la víctima tiene como abogado querellante a José Luis Ferrari.
El caso se descubrió en marzo de 2005, cuando el menor de los hijos, Pablo, entonces de 16 años, le contó a la Policía y luego a la Justicia que siete años atrás, en 1998, su padre había asesinado a su madre y había ocultado el cadáver debajo del piso donde estaba la cama matrimonial.
Fuente: Télam