Unos 200 presos de la Alcaidía ubicada en el barrio San Antonio de la capital formoseña se amotinaron esta tarde durante más de tres horas. El motivo de la protesta, en la que quemaron colchones y frazadas, fue la lentitud de la Justicia para otorgar la libertad efectiva a los reclusos que ya tienen una sentencia favorable, además de reclamar por mejoras en las situaciones carcelarias.
Según informaron fuentes policiales, ante la gravedad de la situación, el jefe de la policía provincial comisario Crisanto Ortiz, el juez penal en turno Alberto Sala y el juez penal, Ricardo Shur, se trasladaron hacia el lugar con el fin de convencer a los amotinados de que depongan su actitud.
Personal policial y de Gendarmería Nacional realizaron un operativo cerrojo en la zona, donde también concurrieron varias dotaciones de bomberos.
En tanto, el motín provocó la preocupación de los familiares de los reclusos y ésta se incrementó por la salida de dos ambulancias con sus sirenas encendidas, aunque luego fuentes policiales informaron que no hubo heridos, sólo un oficial que debió ser internado preventivamente luego de haber respirado el humo toxico de los colchones que quemaron los presos.
