POLICIA
ayer hubo declaraciones y allanamientos

Giro en la causa: detendrían al padrastro de Angeles y a su hijo

Una nueva cámara y testimonios los comprometen. Se cree que fue asesinada en el edificio donde vivía y para los investigadores también el encargado es pieza importante.

Acusado. Sergio Opatowski, pareja de la mamá de la joven, llega a la fiscalía con custodia policial.
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La pista que apunta al entorno de Angeles Rawson (16) cobró fuerza anoche, cuando después de la maratónica declaración que realizaron cuatro familiares de la víctima, la fiscal de la causa formulaba el pedido de detención de tres sospechosos.

La versión apunta a dos personas muy cercanas a la familia: el padrastro, Sergio Opatowski, y su hijo de 17 años. Y también estaría involucrado el portero del edificio. Los investigadores sospechan que el crimen habría sido cometido en el edificio de la calle Ravignani. Lo que no está claro hasta ahora es el móvil. ¿Podría ser sexual? Sí. 

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El dato clave surgió del análisis de una cámara de seguridad en la que, al parecer, se alcanza a ver cuando alguien retira el cuerpo de la chica en una bolsa de consorcio. Además, la mujer del portero habría aportado información que comprometería a su marido y a familiares de Angeles. El encargado del edificio, que estaba con licencia, fue citado a declarar pasada la medianoche.

Lo que se sospecha es que la adolescente fue asesinada el lunes a la mañana. Que su cuerpo fue ocultado en un depósito del edificio. Y que a la madrugada siguiente -o bien a la mañana- fue arrojado en un contenedor de la zona. Por eso, también se ordenó un nuevo allanamiento en el edificio. A la medianoche, el juez a cargo de la causa encabezaba el procedimiento.          

Según fuentes judiciales consultadas por PERFIL, la fiscal María Paula Asaro, con el aval del magistrado, comenzó a centrar sus sospechas en el círculo íntimo de la menor, a partir de los distintas contradicciones en las habría incurrido el padrastro, que se sumaron a otros elementos de prueba que fueron recolectados en las últimas horas.

La versión inicial, planteada por la familia pero derribada después por las cámaras de seguridad del barrio, indicaba que la chica había desaparecido después de concurrir a la clase de gimnasia, y despedirse de dos amigas en cercanías del predio de la Ceamse de Colegiales. En rigor, los detectives pudieron determinar que Angeles regresó sola a su casa de la calle Ravignani, donde dejó su mochila y hasta su juego de llaves, según la versión que brindó ayer María Elena Leuzzi, la titular de la Asociación Víctimas de Violación (AVIVI) que estuvo acompañando a los familiares durante la búsqueda.

Siguiendo esa línea, los investigadores avanzaron a fondo en las últimas horas. Incluso el miércoles pasado, cuando casi toda la familia se encontraba en el velatorio, la División de Homicidios de la Policía Federal allanó el departamento de Palermo. Ese día, la fiscalía mostró por primera vez sus cartas.  

La respuesta de la familia fue automática. El padrastro, que siempre se había mostrado complaciente con los medios, cambió radicalmente su humor y resolvió cortar relación con la prensa, a quien evidentemente responsabilizó del giro, que a esa altura, comenzaba a tener la investigación.

La decisión de avanzar contra la familia también se hizo evidente durante la maratónica declaración que prestaron ayer la madre, los hermanos y la abuela de Angeles. No es común que cuatro testigos cercanos a la víctima, que hacía menos de 24 horas habían despedido a su ser querido, declaren durante tiempo.

La guardia periodística en la fiscalía de Tucumán al 900 se extendió hasta después de la medianoche. De hecho, los policías que estaban apostados en la zona cortaron el tránsito, alejaron a los medios y cercaron con mámparas de la PFA el ingreso al edificio.

En medio de la agotadora jornada se presentó en la fiscalía Cristina Caamaño, a cargo de la Secretaría de Articulación con los Poderes Judiciales y los Ministerios Públicos. Otra señal de que algo importante estaba a punto de suceder.

Desde temprano los investigadores del caso habían conseguido derribar una versión que había sido instalada por la propia familia: la supuesta llamada telefónica realizada desde el celular de Angeles.  Movistar informó que no existieron llamadas salientes de su celular. Otro detalle llamativo es que aparentemente la chica no se cambió las zapatillas.

Por si fuera poco, la titular de la ONG Asistencia a Víctimas de Violación (Avivi), María Elena Leuzzi, declaró en la causa y aportó un dato revelador: dijo que el juego de llaves de Angeles estaba en poder de su familia. Ella le recomendó a uno de los hermanos de la menor -ahora bajo sospecha- que las guardara porque se iban a perder. 

“El me dijo: ‘No, esas llaves son de Angeles’. No le presté atención al tema sino recién cuando un abogado me lo hizo ver. Por eso estoy acá; siempre asisto a víctimas, y nunca me tocó declarar como testigo”, dijo la mujer.

Según relató, notó al padre de Angeles muy quebrado, al igual que a dos de los hermanos, mientras que a un tercero –el que le habló de las llaves– lo notó “ausente”.