Habló el hombre que mató a tiros a su hijo y está libre
Le dio cuatro balazos para defenderse. El monstruo y el espanto.
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Cedoc
Impactante testimonio de un hombre que mató a balazos a su hijo y está libre. "El miedo era espantoso. Sólo cerré los ojos y disparé", dijo hoy en una entrevista Roberto Iturrieta.
El hecho ocurrió el domingo en la ciudad balnearia de Mar del Tuyú, del partido bonaerense de La Costa. El joven de 30 años se presentó en la casa para reclamar dinero para comprar drogas y al recibir una negativa intentó atacar a su padre con un cuchillo, dijeron fuentes del caso.
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Ante el horror, su papá se encerró con su familia en una de las habitaciones y lo mató con cuatro disparos. "No maté a mi hijo, maté a un monstruo", dijo en una entrevista con TN.
Roberto Iturrieta quedó en libertad porque se estudia que haya actuado "en legítima defensa".
“Mi señora está todavía shockeada, la situación era espantosa, mi chiquita de 3 años lo quería agarrar en lugar de asustarse, era una situación muy fuera de control, el miedo era espantoso; no sé cuántas veces disparé, lo único que sé es que dejé el arma y se la entregué a la policía, yo en ese momento solo cerré los ojos y disparé", contó desconsolado.
“Estoy arrepentido, hubiera querido hacer cualquier cosa para que esto no sucediera, yo reaccioné porque él estaba atacando a mi tío y yo tenía miedo de que lo estuviera apuñalando a él”, dijo hoy Iturrieta a FM Imagina.
"Siempre fue así, desde que él fue mas grande me tenía amenazado, decía que me quería mucho pero me corría con un fierro o un palo, con un hacha, con cuchillos. No siempre las circunstancias eran iguales, a veces salía corriendo yo o me encerraba en algún lado", relató el hombre que vive de la venta ambulante en Mar del Tuyú.
El arma del filicidio fue una Magnum 357. “La tenía desde el 92, yo en esos años tenía un video club, en ese momento la compré, nunca la había usado, una sola vez fui a tiro en Quilmes con el arma, algún amigo me la pedía a veces para ir a cazar chanchos", detalló. Ahora, espera un fallo de la Cámara de Dolores, que determinará su situación judicial.
