“Tuvimos que hacer justicia”, dijo el juez Alberto Piedrabuena, presidente del Tribunal que ayer absolvió a todos los imputados en el caso de Marita Verón, en medio de la polémica que desató la sentencia en todo el país. Mientras buena parte de funcionarios nacionales y provinciales especulan con un juicio político a los magistrados, Piedrabuena afirmó estar "con mucha tranquilidad" porque, según él, se actuó con "absoluta independencia".
"Estamos tranquilos y tuvimos que hacer justicia", manifestó el magistrado del histórico juicio que se llevaba a cabo desde febrero de este año. "Yo estoy con mucha tranquilidad, porque hemos trabajado e hicimos lo que teníamos que hacer, conforme al Estado de Derecho pleno", afirmó.
El juez también le restó importancia a la posibilidad de ser sometido a un juicio político y admitió que, de todas formas, esas "decisiones son revisables, modificables, así que seguirá el proceso como corresponde", haciendo referencia a las apelaciones que se producirán a partir de ahora.
Piedrabuena pidió además que se analicen los "fundamentos" de la sentencia, porque "son bastante complejos, imposibles de describir en pocos minutos".
Y aseguró que "el tribunal es como un espectador que luego va a calificar, todo depende del aporte de las partes y se actúa con absoluta independencia, trata de no contaminarse con los intereses" de cada sector.
Acerca de la posibilidad de ser sometido a un juicio político, después de que Susana Trimarco y su abogado José D'Antona anunciaran que van a pedir esa evaluación, señaló: "Si le asiste el derecho, los ciudadanos tienen sus posibilidades de reclamar, son las reglas de juego".
"No creo que se politice este caso. Los otros poderes están cada uno en su función y este es un caso jurídico, en el cual la prueba que se produjo no llevó a la certidumbre y el principio de inocencia no ha sido superado", sostuvo, según consignó la agencia DyN.