La noche del 24 de noviembre último Nora Dalmasso cenó y brindó con sus amigas, apodadas “las congresistas”. Luego, pasó a buscar a un hombre por un salón del barrio Villa Golf, en Río Cuarto. Ese hombre fue el último que la vio con vida y ahora es el principal sospechoso de haberla asesinado.
Este dato surgió en las últimas horas de las declaraciones de varios vecinos de la víctima. Cuando los investigadores comprobaron que los datos científicos y técnicos no aportarían nada, decidieron hacer un trabajo “puerta a puerta” por Villa Golf. De esas declaraciones, surgió esta nueva hipótesis, según reveló en su edición de hoy el diario Clarín.
En un principio se creía que Nora, luego de beber unas copas de champaña con “las congresistas” se había ido desde la casa de su amiga directamente a dormir a la suya.
Los testimonios que tomaron los investigadores en los últimos días les mostraron que había un bache de pocos minutos que, al final, resultaría fundamental: Nora no fue de la casa de su amiga a la suya, sino que a bordo de su VW Bora gris pasó por un salón donde se hacía una fiesta. Allí un hombre la esperaba. Ella le hizo luces y él subió. Recién después fue a su chalé.
El nuevo dato permite especular que el misterioso hombre habría sido quien mantuvo relaciones sexuales con Dalmasso antes de asesinarla.
Las congresistas. El apodo que recibe el grupo de amigas está vinculado con las fiestas que realizarían para paliar la ausencia de sus maridos quienes usualmente viajan a congresos de profesionales o a viajes de negocios. Cuando Dalmasso fue asesinada, su marido, el prestigioso traumatólogo Marcelo Macarrón, se encontraba con sus amigos jugando al golf en Punta del Este.
Los investigadores están buscando más detalles sobre ese hombre del que solo trascendió que vive muy cerca de donde el domingo 26 encontraron muerta a Dalmasso, tendida desnuda sobre la cama de su hija y estrangulada con el cinto de su bata en el cuello.