POLICIA
HORROR EN CORRIENTES

Investigan asesinato de niño en rito satánico

Ante el silencio de la población de Mercedes, abren un registro de testigos reservados. El chico pedía limosnas. Su cabeza fue hallada sin piel ni ojos a pocos metros de distancia, clavada sobre una estaca.

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Los fiscales designados por el Poder Judicial de Corrientes para investigar el crimen del niño Ramón González, asesinado en un supuesto rito satánico, abrieron en las últimas horas un registro de testigos reservados para recolectar testimonios vinculados a la causa.

"Las personas que conozcan detalles referidos a la muerte de Ramoncito o a las personas que practican las ceremonias en la que habría fallecido el chico pueden acercarse directamente a las Fiscalías de Corrientes si prefieren evitar la instancia policial", dijo una fuente judicial.

La decisión de recoger información mediante un programa de testigos reservados o protegidos fue adoptada por los fiscales Gustavo Schmidt y Alejandro Chaín, luego de tomar contacto con la comunidad de Mercedes, la ciudad donde ocurrió el hecho, donde quedaron sorprendidos por el hermetismo de los vecinos.

La fuente oficial indicó que cobró fuerza la hipótesis del ritual y el dato de que "mucha gente" participó de la ceremonia que habría derivado en el sacrificio del pequeño, por lo que el programa de testigos reservados apunta a quebrar una suerte de pacto de silencio.

"Creemos que muchas personas que estuvieron en el momento en que Ramoncito era torturado no sabían que iba a suceder eso con el chico y que quedaron traumatizadas. A ellas apuntan los fiscales con el llamado a declarar en el anonimato", explicó hoy el vocero judicial.

Los fiscales Schmidt y Chaín regresaron anoche a la capital correntina después de coordinar con su par mercedeña, Leonor Requena, el mecanismo que habrán de aplicar en caso que aparezca algún interesado en revelar detalles de los hechos acaecidos a principios de octubre del año pasado.

El cadáver de Ramón González, de 12 años, apareció decapitado el siete de octubre último y su cabeza fue hallada sin piel ni ojos a pocos metros de distancia, clavada sobre una estaca y rodeada por despojos de lo que habría sido un ritual afroumbandista.

La autopsia reveló días después que el menor fue violado y torturado antes de morir en un descampado situado en las afueras de Mercedes, ciudad situada 230 kilómetros al sudeste de la capital correntina que se vio conmocionada por la brutalidad del crimen.

La publicación de fotografías del cadáver de Ramón por parte de un medio local, tal como fue rescatado por los forenses, motivó al fiscal general del Superior Tribunal, César Sotelo, a designar a los dos fiscales ad-hoc para que intervengan en la instrucción junto a la fiscal Requena.

Por el hecho están detenidas tres mujeres de las cuales dos son mayores de edad, identificadas como Paula Gauna y Martina Ventura, presuntas integrantes de una secta umbanda que habitualmente mata animales de granja durante sus celebraciones religiosas.

El Gabinete de Investigaciones Antropológicas de Corrientes, convocado por la fiscal de la causa, sostuvo tras estudiar la escena del crimen y el cuerpo del chico que el rito al que habría sido sometido es equivalente al sacrificio de aves y otros animales que ese tipo de sectas utilizan a modo de ofrenda.

En las últimas horas trascendió además que durante un allanamiento realizado en junio pasado en una vivienda del barrio Arturo Illia, fueron hallados objetos de excavaciones y una caja atada con cintas negras, dentro de la cual había una rosa roja y una esquela con nombres de políticos locales.

Los investigadores especulan que el silencio de los testigos tiene que ver con e l miedo infundido por los líderes de la secta mediante la amenaza de raptar a miembros de sus familias para repetir el ritual que terminó con la vida de Ramón González, un chico humilde que pedía limosnas en el centro mercedeño.