POLICIA
En Ramos Meja

Investigan una muerte sospechosa y acusan a policías

El sujeto habría sido llevado en el baúl de un patrullero a un hospital con señales de torturas.

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Un hombre de 33 años, hijo de un ex jefe policial bonaerense, fue arrestado en un local de comidas rápidas de Haedo y, después de un breve paso por una comisaría, un grupo de policías lo habría trasladado al hospital en el baúl de un patrullero, esposado y con las costillas rotas, tras lo cual habría llegado muerto al nosocomio, según denunció hoy la familia de la víctima.

Los parientes del hombre exigieron una audiencia con el ministro de Seguridad provincial, Carlos Stornelli, y reclamó el pase a disponibilidad preventivo de los agentes de la comisaría segunda de Ramos Mejía que aparecerían involucrados en el caso. El abogado Mathías Valdez Duffau, primo de la víctima y representante de la familia, aseguró esta noche a DyN que mañana exigirán ante la fiscal de La Matanza Silvana Breggia -a cargo de la causa- el cambio de carátula a "homicidio culposo" y una segunda autopsia en donde estén presentes los parientes.

"Tenemos muchos motivos para sospechar, aún cuando nos estuvieran diciendo el cinco por ciento de la verdad", aseveró. Según la denuncia, todo ocurrió el sábado último, cuando Gastón Duffau, hijo de un ex jefe de la policía bonaerense en Ramos Mejía, murió en un confuso episodio que involucra a al menos cinco policías de la misma comisaría que comandó su padre hace una década. "Mi primo tenía 33 años, le faltaban dos materias para recibirse de contador, terminaba de volver de vacaciones... Fue a un Mac Donald's de la avenida Rivadavia al 12300 y nadie sabe qué pasó. Se ve que se peleó con un custodio, apareció un móvil y lo subieron a un patrullero. A partir de ahí, no hay certezas de nada", afirmó.

Según explicó, una hora después, Duffau "estaba boca abajo en la caja de una camioneta policial, semidesnudo, con los pies atados y con doble juego de esposas en sus manos". Detalló que tenía rotas cinco costillas y las dos primeras vértebras, además de lesiones en el hígado. Según la familia, la primera versión policial decía que el joven "estaba provocando disturbios, que se trataba de un vagabundo 'con piojos y liendres', y luego que estaba robando en el local"; más tarde, se explicó, las autoridades policiales habrían dicho que le pusieron esposas dobles porque el joven tenía "un ataque esquizoide, o estaba borracho o drogado".

Los familiares de la víctima descreen de esa versión y de las justificaciones en torno a que las lesiones presentadas en el cuerpo eran de larga data, y entonces exigen nuevas pericias. También se entrevistaron con el titular de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense, José Guerrero, quien -dijeron- les explicó que la muerte del joven se habría producido "dentro del móvil policial en el trayecto que va desde la comisaría hasta el Hospital", pero les habría aclarado que "no hay elementos objetivos que permitan entender la responsabilidad de los funcionarios policiales".