POLICIA
Brutal ataque en La Matanza

"Jamás le haría daño", confiesa la ex del joven quemado

Su ex pareja fue señalada como instigadora.

Separados. Luana y Jonatan fueron compañeros en la escuela secundaria. Convivieron cinco meses hasta que decidieron separarse. Desde el miércoles pasado, el chico permanece internado en La Trinidad.
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Jonatan Witenko (21) quedó envuelto en llamas y casi inconsciente fue encontrado por un bombero en el partido de La Matanza. Estaba tirado en una zanja. Su estado de salud es de extrema gravedad: tiene el 90% de su cuerpo quemado. Por estas horas, la hipótesis más fuerte apunta a una cuestión pasional pero los investigadores son cautos y todavía no descartan ni siquiera el móvil por robo.

Luana, su ex novia, fue mencionada por el entorno del joven como la posible instigadora del ataque, pese a que los pesquisas no arriesgan ningún nombre. Frente a las versiones periodísticas que comenzaron a circular en las últimas horas, ella hizo su defensa en su cuenta de Facebook. “Si Joni pudiera hablar, diría que sabe que yo jamás le haría daño”.

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Los familiares de Jonatan supieron de la gravedad del cuadro el martes a la noche, cuando el joven ingresó en la guardia del hospital del barrio Los Ceibos. “Cada noche que pasa se renueva la esperanza pero su estado es crítico”, cuenta a PERFIL Martín, tío del joven.

Por lo pronto, el misterio ronda el caso. Jonatan trabaja como diseñador en la empresa Interpack SA, de Lomas del Mirador. El martes pasado dejó su puesto como lo hace habitualmente. Eran las 9 de la noche. Se subió a un colectivo de la línea 218 y bajó en la Ruta 3. La idea era tomar un remís que lo dejara en la puerta de su casa. Pero, al parecer, dos hombres lo sorprendieron y lo hicieron caminar unas cinco cuadras hasta un descampado. Lo rociaron con combustible y lo prendieron fuego.

Sospechas. Luana y Jonatan se conocieron en el colegio. Estuvieron un tiempo distanciados. Cuando se reencontraron, retomaron la relación. Convivieron cinco meses pero en octubre pasado decidieron separarse.

“Yo nunca deseé tu mal, Joni, ni quise que te pase algo feo. Sabés que aun en las adversidades estuve, jamás pensaría en hacerte un mal. Fuerza, que de ésta salís”, se defendió Luana en su muro de Facebook.

La joven, también de 21 años, fue señalada por el entorno del chico como posible instigadora del ataque. Sobre todo a partir de una versión que indica que lo habría amenazado.

“Los primos y amigos de Joni nos dijeron que ella le escribía mensajes amenazantes, de mujer despechada. Nosotros no queremos culpar a nadie. Sólo esperamos que el culpable se arrepienta de lo que hizo y se presente a declarar”, cuenta a PERFIL otro de los familiares del joven, que pide reserva de identidad.

Tras el ataque, Luana llamó a los padres de Joni para ponerse a su disposición, y aclararles que ella “no tenía nada que ver”.

En su cuenta, la joven recibió varios ataques. Entre ellos el de un amigo de Jonatan: “Tenés que tener cara para comentar y decir que vas a orar, si sos un demonio, cuántas veces le hiciste mal”.

La pista que apunta a Luana es una más dentro del abanico de hipótesis que manejan los investigadores del caso, aunque en las últimas horas comenzó a perder fuerza. Otra posibilidad que nadie descarta es una venganza dirigida por el ex novio de una chica con la que el joven había comenzado a relacionarse en los últimos meses.

Aunque nadie quiera afirmarlo, el móvil por robo es el más descabellado de todos. En especial porque en las últimas horas se supo que el celular que supuestamente le habían robado fue encontrado a pocos metros del lugar donde fue prendido fuego. “No sabemos mucho y tampoco podemos hablar para no entorpecer la investigación”, apunta otro familiar.

¿Cómo está Jonatan actualmente? Grave. Alojado en el cuarto piso del sanatorio La Trinidad de Once, en coma farmacológico, con respirador artificial y sometido a constantes curaciones.

Su familia aguarda en la sala de espera para verlo cuando el horario de visita lo permite. Su estado es crítico, pero está estable. Las noches pasan y la estabilidad del cuadro es la única esperanza que tiene su familia.

 

La familia de Jonatan se aferra al milagro y no pierde la esperanza

“Impresiona verlo, pero tenemos fe de que va a salir. Es lo único que nos queda, es joven y fuerte y, aunque esté muy comprometido, nos aferramos a esa esperanza”. Martín es el tío de Jonatan Witenko y el encargado de informar el estado de salud de su sobrino y ahijado. “Necesitamos de los medios para que esto se esclarezca, queremos saber la verdad”, pide.

La familia de Jonatan quiere saber qué pasó el martes pasado a la noche cuando el joven de 21 años se bajó del colectivo en el kilómetro 37 de la Ruta 3. “Pedimos justicia y necesitamos de todos para que esto no quede en la nada”, se desespera Martín.

El chico pelea minuto a minuto por su vida. Su estado es crítico. Está conectado a un respirador artificial desde el martes a la noche y su estabilidad se la dan los medicamentos con los que fue inducido a un coma farmacológico.

“Nadie vigila. En esa zona hay muchos robos y no hay patrulleros. Antes estaba la Gendarmería y no había inseguridad pero desde que se fueron es tierra de nadie. Si hubiese policías, esto no habría pasado, porque no se hubiesen animado a llevarlo caminando cinco cuadras”, cuenta Martín.

La familia revisó las cámaras de seguridad que tiene el municipio en la zona y en primera instancia no habrían encontrado imágenes en donde aparezca Jonatan. Ahora esperan que se haga lo mismo con las cámaras de los comercios que hay en la zona.

Los tíos, primos y amigos de acompañan a los padres del joven en este difícil momento. “Está un poco más deshinchado pero duele verlo”, grafica el estado de salud del chico su tío. Jonatan estaba estudiando para ingeniero pero había postergado la facultad para trabajar como diseñador en una empresa.

“Es un muy buen pibe y tiene que salir. Toda su familia lo espera”, cuenta Martín con los ojos llenos de lágrimas y mirando a la nada, tal vez, buscando respuestas.