La tumba donde yacen los restos de la empresaria Nora Dalmasso se convirtió en un lugar de peregrinaje para curiosos que, todos los días, se acercan para saber algo más del resonante crimen, mientras los investigadores tratan de establecer el perfil psicológico de la mujer para dar con la persona que la asesinó.
Los fiscales interrogan a quienes fueron el personal trainer, el ginecólogo y el peluquero de Dalmasso. También indagan a las 150 personas que fueron a dos fiestas en las inmediaciones de la casa de la víctima, en la noche del 24 de noviembre último.
La mujer está enterrada en el Cementerio Perpetual, “el primer y único parque privado de sepulturas en Río Cuarto".”Está ubicado a cinco kilómetros al oeste del centro de Río Cuarto. En él se “destaca un hermoso predio de 16 hectáreas, donde los sonidos de la naturaleza se conjugan con la centenaria acequia que al formar una isla enmarcan la bella capilla del Cristo del Perdón”, según destaca el portal del cementerio.
Tour neurológico. “Perpetual se caracteriza por el celo de los detalles en el cuidado de plantas y flores”, indican. Los empleados del cementerio se encuentran anonadados por un hecho inesperado: todos los días, las personas que van a visitar las tumbas de sus familiares no se pierden acercarse a la tumba de Nora.
Ayer, dejaron flores algunas integrantes del grupo de "las congresistas". Así se conoce a las amigas de la víctima, por las “fiestas” que organizaban para paliar la ausencia de sus maridos, profesionales de distintos rubros que suelen viajar a diversos coloquios internacionales.
Según indicaron los trabajadores de Perpetual, desde hace una semana que todos los días vienen curiosos a preguntar dónde queda la tumba de Dalmasso, según indica hoy el diario Clarín. Aparentemente, el morbo que despierta la vida privada de la víctima genera que muchos quieran conocer dónde está enterrada.
Perfil psicológico. Precisamente esto es lo que tratan de establecer los pesquisas: el perfil psicológico de la víctima podría llevar a indicar quién o quiénes la estrangularon. Esa madrugada, la mujer mantuvo intensas relaciones sexuales no convencionales con al menos un hombre. Después, el asesino la ahorcó con sus manos y con el lazo de su bata de seda, la única prenda que tenía puesta.
Esta “autopsia psicológica” intentará develar qué tipo de mujer era esta empresaria de 51 años, casada con el prestigioso traumatólogo Marcelo Macarrón, y madre de dos adolescentes: Facundo, de 19 años, y Valentina, de 16. La madruga en la que la asesinaron, Dalmasso mantuvo un encuentro sexual en la cama de su hija mientras su marido jugaba al golf en Punta del Este.
Desde que se conoció el asesinato, numerosas hipótesis se barajaron. Se habló, en un principio, de un exceso en la práctica de hipoxifilia, que consiste en la búsqueda de incrementar el placer del orgasmo mediante un ahorcamiento parcial, lo cual fue descartado.
Se mencionaron “relaciones sexuales no convencionales con violencia consentida” y la posibilidad de que la mujer haya mantenido sexo con varios hombres a la vez “por todas las vías posibles”, según indicó la autopsia.
Además, una catarata de supuestos amantes fueron apareciendo con el correr de los días. Allí apareció una lista de personas que debían realizarse un ADN: desde personas que trabajan en la casa de la víctima hasta clientes de la casa de sepelios donde Dalmasso trabajaba, llegando a empresarios cerealeros, abogados, contadores y ex funcionarios de la provincia de Córdoba y del Banco Nación.
El ex funcionario provincial Rafael Magnasco se presentó espontáneamente en la Justicia para acreditar su inocencia, mientras que Guillermo Almarracín admitió que era amante de Dalmasso, luego que se descubrieron los mensajes de texto de alto contenido erótico que le mandaba, mientras compartía una comida con Macarrón.
El viudo tampoco está a salvó de las sospechas. Trascendió que investigan sus cuentas bancarias y si su mujer tenía un seguro de vida, ya que no se descarta que el hombre haya tenido algún tipo de vinculación con el asesinato. Macarrón, con tono monocorde, admitió que, tal vez, Dalmasso “tenía problemas psicológicos” que él “no supo atender a tiempo”.
Sexo, muerte y poder. Por ahora, “nada se descarta”, tal como afirmaron reiteradamente los fiscales del caso. Los investigadores buscan saber qué tipo de mujer era ésta prospera empresaria del rubro funebrero.