La autopsia practicada sobre los cuerpos de las tres personas que ayer fueron encontradas sin vida en el barrio porteño de Once tenían heridas de balas en la cabeza, lo que refuerza la hipótesis del presunto pacto suicida entre los miembros de la familia.
Los estudios fueron realizados por peritos forenses de la morgue judicial, que pudieron determinar así la causa de las muertes: los tres cuerpos tenían heridas de bala. Mientras el cuerpo del padre contaba con dos proyectiles en la cabeza, los hijos también presentaban disparos, uno cada uno, en la cabeza.
Por ese motivo, los efectivos reforzaron la hipótesis de un presunto pacto suicida entre los tres familiares, que habría sido ejecutado por el hijo menor.
De esta manera, el hombre habría dado muerte a su padre de dos disparos con un revólver calibre 32, luego ejecutó a su hermana y finalmente se suicidó. Esa hipótesis se reforzó más aún luego de que policías encontraron en la cocina del inmueble tres vasos en los que habría un preparado casero con veneno.
El viernes por la tarde, los vecinos alertaron a la policía sobre un “fuerte olor” en el segundo piso de un edificio de Pasteur 197, en el barrio porteño de Once. Los efectivos se hicieron presentes en el lugar y descubrieron la presencia de tres cadáveres en un avanzado estado de descomposición.
Se trataba de un médico de nacionalidad peruana, de 69 años, y los hijos de este hombre: una mujer de 41 y un hombre de 38. En un primer momento, los encargados de la investigación no pudieron determinar las causas de las muertes y prefirieron esperar a que se practiquen las autopsias para desarrollar las hipótesis sobre los fallecimientos, lo que se concretó recién durante esta tarde.
Para eso, los forenses realizarán también estudios en las vísceras de los tres muertos para determinar si ingirieron alguna poción. El fiscal de Instrucción Martín López Perrando estará ahora a cargo de develar los misterios del caso.
Fuente: DyN
