Un hombre de 62 años ahorcó a su hijo de 8 y luego se suicidó colgándose de una viga en la casa en la que ambos vivían al este de Tucumán, y dejó un escrito donde explicaba que había tomado esa decisión porque su familia era víctima de un “embrujo”.
Los cuerpos de Víctor Rubén Carranza (62) y su pequeño hijo fueron encontrados ste jueves alrededor de las 11.30, colgados de la viga de una vivienda ubicada dentro de una casa que el hombre cuidaba, sobre la ruta 327, a kilómetros de Estación Aráoz.
De acuerdo a las fuentes, un compañero de Carranza, quien asistió al lugar para trabajar, fue el que dio aviso a la policía.
El coordinador de la Unidad Fiscal de Homicidio II, Alejandro Valero, explicó que, “de la inspección a los cuerpos- tanto del adulto como del niño-, surge que fallecieron por ahorcamiento y estaría descartada la intervención de terceros, por lo que se trataría de homicidio seguido de suicidio”. También, advirtió “que hubo un intento de prender fuego la casa y, en ese sentido, el cuerpo del hombre presentaba quemaduras”.
El cuerpo de Médico Forense del Ministerio Público Fiscal (MPF), indicó que “los fallecimientos se produjeron unas 12 horas previas del hallazgo”.
Los investigadores señalaron que, en una de las paredes de la vivienda, encontraron un escrito donde Carranza explicaba que había matado a su hijo y que luego se suicidaría porque su familia estaba siendo víctima de un “embrujo”, por lo que tomó esa decisión para acabar con esa situación.
En tanto, los cuerpos fueron trasladados a la morgue judicial para la realización de las autopsias.