Un turista con medio millón de pesos y 4 pasaportes diferentes fue encontrado muerto en la habitación de un hostal en la provincia de Salta.
“No podemos confirmar si se trata de un turista, ni tampoco su nacionalidad”, aseguró el secretario de Seguridad provincial, Federico Jovanovics sobre su misteriosa muerte en declaraciones al diario Clarín.
En la habitación del hombre, la policía encontré cuatro pasaportes con su foto y cuatro nacionalidades diferentes: uno de Paraguay y otro de Perú a nombre de Guillermo Zapata Rodríguez; otro de Italia, con la identidad de Renato Maltoni; un cuarto documento de Bolivia, a nombre de Fernando Zurita Basoalto.
Los investigadores no descartan ninguna hipótesis. Tratan de establecer si estaba vinculado al narcotráfico o una red de trata de personas. “Llegó en taxi al hotel y lo primero que me preguntó era si tenía wi-fi. Me advirtió que, si no tenía, prefería hospedarse en otro sitio”, relató Nery Palavecino, dueña del hostal.
El turista se identificó como Fernando Zurita, 62 años, boliviano, licenciado en antropología. “Desayunaba té con tostadas, y el almuerzo consistía en verduras hervidas, pollo o bife sin grasa y agua mineral”, contó Palavecino a Clarín.. “Me dijo que se iba a quedar hasta el martes 10 porque tenía turno para hacerse unos estudios en el médico”.
El domingo a la noche el hombre comenzó a sentirse mal. “Lo llamé a su habitación y me dijo que se sentía mal, que prefería quedarse a descansar”, relató la propietaria del lugar. Como al día siguiente no bajó a desayunar, Palavecino llamó para saber si estaba bien y llamó a un médico.
“El se negó a que llamara al médico, pero lo hice igual. Cuando vino el doctor, el pasajero le mostró unos análisis que se había hecho en Córdoba, en los que el ácido úrico le figuraba alto, según pude escuchar. Le colocaron un inyectable para el dolor de estómago y se fueron”, dice la mujer.
Sin embargo, aunque pidió al médico que lo lleve en ambulancia, el profesional le explicó que no podía obligarlo a trasladarse. “A eso de las 2 de la tarde me asomé por la puerta, le hablé y él estaba tirado sobre la cama, mirando al techo. No podía respirar, estaba blanco. Me desesperé, el médico vino rápido pero no hubo caso, ya estaba muerto ”, contó la mujer, todavía shockeada. “Jamás pensé que me iba a tocar vivir algo así”.