Luego de horas de tensión, la Policía junto con bomberos y miembros del Grupo Halcón, pudieron dar por finalizado un motín con toma de rehenes que se desarrolló este viernes en una comisaría de la ciudad de Merlo, en la zona Oeste del Gran Buenos Aires. Los cabecillas que organizaron la revuelta se entregaron gracias a la intervención de un mediador.
La revuelta se registró desde los primeros minutos de la jornada en la dependencia policial ubicada en Balbastro y Avenida San Martín, donde habría casi 30 reclusos, según consignó la agencia Noticias Argentinas.
Familiares de los presos indicaron que todo comenzó con un conflicto entre los reclusos: uno le robó el celular a otro detenido y su compañero lo identificó. Al parecer, entre seis u ocho presos atacaron al detenido, lo ataron y lo golpearon.
Un mediador llegó a la comisaría cerca de las cuatro de la mañana y junto con los agentes que se encontraban en el lugar llevaron al detenido que había sido atacado a otra celda, donde le curaron las heridas. Sin embargo, ante el intento de terminar con el conflicto, los otros presos pusieron colchones frente a la celda donde lo habían apartado y amenazaron con prender fuego.
La dependencia policial tiene celdas de cuatro por seis metros y lugar para 20 reclusos, y, al como sucede en muchos lugares, hay una superpoblación de detenidos y habría en el lugar alrededor de 30.
Las personas que se encuentran allí pidieron ser trasladados a un penal. "Tenemos tres rehenes. Están todos bien", confesó "Anto", uno de los reclusos del lugar. "Hace tres días que no nos dan de comer", completó.