En la última década, Argentina recibió la visita de varios capos narco. Algunos de ellos entraron y salieron sin dejar rastros, y otros perdieron en el intento. La lista es larga. Figuran Daniel “el Loco” Barrera Barrera, uno de los narcos más pesados de Colombia, Luis Caicedo Velandia, alias “Don Lucho”, e Ignacio Alvarez Meyendorff, entre otros.
El Loco habría estado de paso en 2008, cuando dos narcos colombianos fueron ejecutados a tiros en el shopping Unicenter. Barrera Barrera tenía otro motivo como para elegir Argentina: una de sus ex mujeres tiene residencia en el país desde hace varios años.
Don Lucho, vinculado al cartel del Norte del Valle de Colombia y acusado de traficar cocaína en submarinos, fue detenido en Palermo en 2010.Un año después, Ignacio Alvarez Meyendorff, otro líder del cartel, caía en Ezeiza.
Henry de Jesús López Londoño, alias “Mi Sangre”, supuesto jefe del cartel colombiano Los Urabeños, vivía en Nordelta con una identidad falsa cuando hace tres años fue capturado en un restaurante de Pilar. Desde entonces permanece detenido en el penal de Ezeiza, a la espera de que se resuelva el pedido de extradición de Estados Unidos.
