POLICIA
el secuestro del hijo de un empresario

Pasó seis días a oscuras y encadenado a una cama: sospechan que lo entregó un amigo

Mauricio Di Nenno tiene 26 años. Fue capturado el jueves de la semana pasada cuando llegaba a su casa de Berazategui. Su familia pagó un rescate de más de 500 mil pesos.

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sin parar. Di Nenno fue liberado a las 4 de la madrugada. Tras declarar retomó su tarea en uno de los supermercados de la familia. | telam

Una habitación de tres por tres con un calor “infernal”, encadenado a la pata de la cama, completamente a oscuras, casi sin comida y empastillado. Así pasó seis días Mauricio Di Nenno (26) mientras sus captores negociaban con su familia el monto del rescate, que ayer se hizo efectivo tras dejar una bolsa con más de 500 mil pesos en una alcantarilla de Berazategui.

“Bueno, flaco, ya te vas”, le dijeron los captores a Mauricio alrededor de las 4 de la madrugada de ayer. “Me meten adentro de un baúl y después de andar como media hora me tiran al pasto con la cabeza tapada y boca al suelo. Ahí, dije, se escucha el disparo o se escucha el auto que se va. Me quedé esperando y por suerte escuché las puertas del auto que se cerraron y que salió arando”, contó el joven a los medios. Todavía estaba mareado por los calmantes que le habían dado para tomar. Caminó unas cuadras y reconoció una calle. Estaba en Quilmes, en 12 de Octubre y Calchaqui. Entró a una remisería y llamó a su familia para tranquilizarla: estaba sano y salvo.

“Los secuestradores hicieron inteligencia previa. No fue algo al voleo ni fue una entradera que se convirtió en un secuestro (como opinó la víctima en diálogo con la prensa). Nadie tiene a una persona más de cinco días si no tiene un lugar acondicionado para resistir ese tiempo con alguien secuestrado”, explicaron a PERFIL fuentes del caso. “Los secuestradores le dijeron al joven que un amigo lo había entregado y le dijeron que se fijara con quién andaba”. La investigación recién empieza. Tanto la víctima como su padre declararon ayer ante la fiscal Silvia Cavallo.

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Odisea. Todo comenzó el jueves pasado, cuando Mauricio y sus padres regresaban a su casa, en la localidad de Ranelagh, del partido de Berazategui, luego de trabajar en uno de los supermercados que tiene la familia en la zona, de la cadena Modelo. Dos autos, con al menos cuatro delincuentes a bordo, los interceptaron en calle 133 y Sevilla, y se llevaron cautivo a Mauricio.

Después de media hora de viaje, Di Nenno contó que lo tiraron en un colchón dentro de una habitación de “tres por tres, con techo de madera” donde hacía “un calor infernal” y en la que estuvo todos los días “completamente a oscuras”. “Me decían que no mire para ningún lado y que iba a estar bien, me sacaron los precintos de la mano y me encadenaron los pies a las patas de la cama”, señaló el joven.

Durante el cautiverio, lo mantuvieron “empastillado como para que duerma”. “Cuando tenía sed, los llamaba con un silbido, me golpeaban la puerta como avisándome que iban a entrar y yo me tapaba la cabeza con la remera”, recordó y destacó que le “tiraron tres platos de comida como mucho” en una semana. Los captores se comunicaron tres veces con la familia y le enviaron una prueba de vida. “Me hicieron escribir una carta porque habían pasado cinco días y mi familia estaba preocupada”.

Después de seis días, los delincuentes aceptaron el monto ofrecido por Enzo, el padre de la víctima: 215 mil pesos y 20 mil dólares. Pero para efectuar el pago, los ladrones sometieron al hombre a un sistema de postas durante más de dos horas. Enzo primero fue hasta el peaje de Hudson de la autopista Buenos Aires-La Plata y desde allí hasta el cruce de las avenidas 32 y 7. Luego lo hicieron cambiar de recorrido y debió ir por el camino Centenario hacia la Rotonda de Alpargatas. A unos 300 metros de esa rotonda, en Berazategui, lo obligaron a tirar el dinero en una alcantarilla. “Nunca mostraron violencia –destacó Mauricio–, lo único que me dio miedo fue el último día con la entrega del dinero. Porque sabía que si algo salía mal iba a pagar las consecuencias”. Todo salió bien y volvió con su familia.


Los últimos antecedentes

Hacía rato que no trascendía un secuestro extorsivo tan largo, y con una banda que cuenta con logística. El último antecedente es el de Daniel Calderón, un joven de 23 años que fue raptado en febrero pasado en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, cuando regresaba a su casa luego de visitar a su pequeña hija.

Calderón pasó tres días encerrado hasta que miembros del grupo Halcón irrumpieron en el aguantadero y lo liberaron. No se llegó a pagar rescate.

En abril del año pasado, Daniel Rebagliati (54) permaneció secuestrado ocho días en tres lugares distintos. El 5 de mayo la familia pagó un rescate de 1,8 millones de pesos. La plata fue puesta en un bolso que tiraron desde la ventanilla de un tren entre las localidades de Caseros y Santos Lugares. Al empresario lo liberaron en el partido

de Almirante Brown.


Del calvario a la fiesta

“Me secuestraron y me tuvieron seis días sin comer, muriéndome de calor en un cuarto oscuro y lo único que tengo para decirles es que los espero a todos el sábado 24 después de brindar”, expresó Mauricio Di Nenno en su cuenta personal de Facebook.

El joven fue liberado ayer a la madrugada luego del pago de un rescate de más de 500 mil pesos. Y quiere festejar que volvió con los suyos después de casi una semana de incertidumbre.

 “El festejo arranca a las 2 y espero que traigan mucho para tomar porque tengo mucho por celebrar”, escribió el joven, quien aclaró, con algo de ironía, que “sólo van a pasar los conocidos y (los) que estén confirmados en la asistencia,

ya que me robaron los

precintos”.