“No es más policías, es mejores policías porque hoy nosotros apostamos a la calidad”. Cuando habla de la Policía de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal busca diferenciarse de su antecesor, ya sea para referirse a los actos de corrupción de la fuerza más numerosa del país o para brindar detalles de la estrategia de su equipo en la lucha contra la inseguridad.
A veces, y sobre todo desde el discurso oficial, todo parece color de rosa. Pero la Bonaerense sigue siendo la Bonaerense, por más que les cambien los colores. La prueba está en la calle, donde las palabras pasan a un segundo plano.
En La Plata, donde la primera mandataria tiene su despacho, asombra la precariedad de algunos móviles que patrullan la ciudad. Ninguno de ellos podría pasar la Verificación Técnica Vehicular (VTV). Pero igual salen a la calle. Sin luces, con las cubiertas lisas, sin patentes y con los vidrios rotos o de plástico. Sí, de plástico. Lo grave es que estos coches no sólo ponen en riesgo la integridad física de los policías que se ven obligados a patrullar en esas condiciones, sino que también atentan contra la seguridad de terceros.
“Un móvil que no está en condiciones y que sale en persecución puede ser más riesgoso que un enfrentamiento armado”, advierte a PERFIL un oficial de policía que presta servicio en la comisaría 1ª de la capital provincial. Los móviles de esta seccional son los que custodian la Gobernación, la Municipalidad y el Ministerio de Seguridad, entre otros edificios públicos.
El móvil 22.883, un Toyota Etios perteneciente a la flota de la Policía local, patrulla el centro de esta ciudad con un parche de nylon que reemplaza a la luneta térmica, y que dificulta seriamente cualquier tarea de prevención. Hace más de tres meses que no tiene el vidrio de atrás pero circula igual. Y cada día que pasa el deterioro es mayor: en las últimas semanas perdió la patente.
Esta viernes, el 22.872 recibió un piedrazo que le destrozó la luneta en el cruce de las calles 1 y 53. Fue en el marco de una pelea entre estudiantes secundarios de dos tradicionales colegios platenses. Pese a los daños el coche siguió de “rondín”.
En iguales condiciones –o peores– están otros móviles que recorren las cuadrículas de las seccionales 2ª, 9ª, 6ª y 14ª, por citar algunos ejemplos. Y no sólo en La Plata pasa esto. También se reportaron casos en Mar del Plata, Quilmes, Lanús, La Matanza y Pilar, entre otros distritos.
Burocracia policial. En algunos puestos fijos, como el que funciona en la bajada de la Autopista La Plata-Buenos Aires que desemboca en la Diagonal 74, una flamante Renault Oroch ploteada con el verde de la gestión Vidal tiene el vidrio lateral derecho trasero roto. Así está hace más de dos meses.
Un agente que está a cargo de un móvil en el barrio San Carlos –jurisdicción de la subcomisaría de La Unión– dice a PERFIL que “hace más de cuatro meses” que espera el repuesto para reemplazar el plástico que colocó en el vidrio trasero del coche.
“Antes lo pedías y te lo daban en poco tiempo. Ahora te hacen presentar un montón de papeles. Yo sigo los expedientes. Presenté uno, dos, tres, cuatro papeles. Ya perdí la cuenta. Pero presenté todo y finalmente me rechazaron el pedido porque supuestamente no tenían el vidrio”, cuenta a este diario.
Un jefe de calle reconoce que por la burocracia que existe para conseguir un repuesto tiene que utilizar partes de un auto que está fuera de servicio o recurrir a un desarmadero. “Ya presenté 400 mil notas y no me dieron bola”, grafica.
“No es de ahora el problema de los patrulleros”, responde a PERFIL un ex mayor con más de treinta años de servicio en La Plata. “Ahora salen a la calle como están, pero antes algunos ni se movían de la puerta de la seccional porque los jefes se quedaban con el dinero destinado al combustible”, acusa.
Desde la cartera de Seguridad explican a este diario que desde que asumió Ritondo reemplazaron el 70% de los móviles de La Plata. “No había un sólo patrullero en condiciones”, aseguran.
Además, destacan que crearon “un plan integral de mantenimiento de flota”, algo que “no existía en la Provincia” pero que evidentemente no funciona a la perfección, y aclaran que los vehículos más precarios que están en servicio se usan sólo para hacer diligencias judiciales o trasladar detenidos, versión desmentida por los distintos policías que fueron consultados para este informe.
Anuncian la llegada de 400 móviles
En abril del año pasado, el gobierno bonaerense anunció la compra de mil vehículos nuevos con refuerzos en sus carrocerías para proteger a los policías. Pero en un año y medio de gestión (desde diciembre de 2015 a mayo de 2017) el ministro Cristian Ritondo entregó 656 patrulleros nuevos de distintos modelos: Toyota Etios, Hilux (4x2 y 4x4) y Renault Oroch. Entre ellos, están los 46 móviles 360, que cuentan con cámaras de alta definición que captan hasta 500 metros y transmiten las imágenes a un centro de monitoreo.
Desde el Ministerio de Seguridad dijeron a PERFIL que 122 móviles viejos fueron reparados y puestos en condiciones, y que tienen previsto entregar 400 móviles más en los próximos meses.
El plan apunta a mejorar el parque automotor que actualmente cuenta con una flota estimada en 10 mil vehículos. En la División Automotores de La Plata, ubicada en las calles 526 y 3, duermen los viejos móviles. Allí también acondicionan a los nuevos.
Este viernes, en la ciudad de Junín, el ministro entregó 36 móviles policiales cero kilómetro, entre ellos cuatro Toyota Etios inteligentes 360 grados, que son los primeros para el Interior, y camionetas Renault Oroch. También 23 motos para aquellos distritos.
