Matías Berardi imploró por su vida hasta el último segundo. Lloró. Pidió por favor. Y gritó. Estaba arrodillado en un camino de tierra. De espalda a su verdugo. No hubo caso. Le pegaron dos tiros en la cabeza. Sin piedad. Sin contemplación.
Dos años y medio después la justicia dictó un fallo sin grandes sorpresas: cinco de los acusados fueron condenados a prisión perpetua y el resto recibió entre 17 y 24 años de cárcel. Sólo uno de los once imputados fue absuelto: una menor de 16 años e hija del dueño de la herrería donde la víctima estuvo cautiva.
El veredicto fue dictado ayer por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de San Martín, integrado por los jueces Elbio Osores Soler, Lidia Soto y Germán Castelli. Richard Souto, el líder del clan familia, recibió la pena máxima al igual que Néstor Facundo Maidana -considerado el asesino-, Damián Sack, Gabriel Raúl Figueroa y Gonzalo Hernán Alvarez.
Para los jueces son coautores del “secuestro extorsivo agravados por empleo de arma de fuego, por ser en perjuicio de un menor de 18 años, por el número de intervinientes y por haberse causado intencionalmente la muerte de la víctima”.
Ana Cristina Moyano, la esposa del herrero, fue condenada a 24 años de prisión como había solicitado la fiscalía en su alegato.
En tanto, Federico Esteban Maidana recibió 21 años, Celeste Mónica Moyano 19, Elías Emanuel Vivas 18 y Jennifer Stefanía Souto -quien se quebró en llantos al momento de escuchar su sentencia- 17.
En el fallo los jueces resolvieron absolver a otra de las hijas del herrero, quien –según los testigos– habría sido quien gritó a sus vecinos que Matías era un ladrón cuando el chico quiso escapar y pidió ayuda.
En otro tramo de la lectura del fallo, los jueces ordenaron investigar el delito de “asociación ilícita” y consideraron “reincidentes” a algunos de los acusados, situación que complicaría un futuro pedido de libertad anticipada.
Tensión en la sala. Tras el fallo, los condenados comenzaron a gritar e insultar a la familia de Matías Berardi. De hecho, uno de ellos dijo que saldría en poco tiempo. Desde que llegaron a la sala, los acusados se mostraron molestos con la presencia de los medios y hasta intentaron ocultar sus rostros cuando los fotógrafos intentaron obtener una imagen de ellos.
“Esto no es Justicia, no le mientan a la familia”, gritó una de las mujeres al conocer su pena y en medio de llantos fue retirada de la sala por personal penitenciario, mientras los Berardi se vieron conmocionados por esta tensa situación.
En tanto, el particular damnificado, Eduardo Durañona, adelantó que apelará casi todo el fallo porque había solicitado reclusión “por tiempo indeterminado” y se mostró en desacuerdo con la única absolución.
Según fuentes judiciales, los fundamentos del fallo se conocerán el 20 de mayo, y a partir de entonces los que no estén de acuerdo podrán apelar ante Casación.
Matías Berardi (16) fue secuestrado a las 5.30 del 28 de septiembre de 2010 en el cruce de ruta 26 y Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, Escobar, donde bajó de una combi cuando regresaba de una fiesta de egresados en Capital Federal.
A las 6.20, se inició una serie de ocho llamados extorsivos en los que la víctima les avisó a sus padres que estaba secuestrado y los delincuentes exigieron un rescate de 30 mil pesos.
De acuerdo al expediente, la banda trasladó al chico al taller que Souto tenía en avenida Sarmiento 407, de Benavídez, partido bonaerense de Tigre, donde lo tuvo atado y vendado en un baño. Tras pasar 14 horas cautivo, Matías logró escapar y comenzó a pedir ayuda entre los vecinos a quienes les decía que lo tenían secuestrado, pero no logró que nadie lo ayudara, ni refugiara.
Según lo declarado por varios testigos, mientras Souto y Facundo Maidana persiguieron con un auto y lograron recapturar a Berardi a dos cuadras, en las puertas de un cementerio, las mujeres de la familia salieron a la calle a los gritos a decirle a los vecinos que en realidad era una ladrón que había intentado robarles.
La víctima fue trasladada a un descampado ubicado en un camino de tierra a 300 metros de la ruta 6, a la altura de Campana, donde los asesinos le efectuaron dos disparos con una pistola calibre 11.25, uno de los cuales ingresó por el omóplato derecho de la víctima y le provocó la muerte.
“Estoy conforme”, dijo la mamá
Los padres de Matías Berardi afirmaron que están “conformes” con las condenas pero pidieron que el Estado se haga cargo de la menor de edad que fue absuelta.
“Estoy conforme con la sentencia, se dio perpetua a la mayoría de los acusados, salvo a la menor que es un tema muy controvertido, espero que el Estado se haga cargo de esta chica”, sostuvo María Inés Davero luego de conocerse el veredicto.
Rodeada de decenas de familiares y amigos de su hijo, la mujer recordó que “en su momento la prisión domiciliaria la había pedido un tío narcotraficante” de la chica, por lo que reclamó que el Estado vea adónde va a ir a vivir. Davero se preguntó “cuál es el futuro de esta chica” y consideró que “ella era conciente, tenía una formación secundaria al momento del secuestro, era muy buena alumna, podría haber impedido esto”.
“Mi hija está muy mal, no entiende la reacción de estas personas que se mantuvieron calladas seis meses, y hoy –por ayer– nos gritaron, nos insultaron, como si nosotros fuéramos culpables de algo”, dijo la mamá.
