Leandro Santos pasó su primer fin de semana en la cárcel. Para el manager de modelos porteño, que está acusado por la Justicia uruguaya por los delitos de “proxenetismo y explotación sexual de menores”, el encierro es una experiencia nueva. Y más que angustiante. Si bien hace siete años que convivía con ese fantasma, el paso del tiempo hizo que la posibilidad de ir a prisión prácticamente desapareciera. En 2012 estuvo a punto de dormir en un calabozo. Pero zafó. Nueve horas después de haber sido demorado en un departamento de Palermo logró recuperar la libertad por un pedido de exención de prisión que presentó a tiempo su por entonces abogado, Mariano Cúneo Libarona. Esta vez la historia fue otra.
El promotor, que llegó a tener en su staff de modelos a Gisela Berger, actual pareja y mamá de la hija de Daniel Scioli, y Florencia Cocucci, señalada por ser la novia del fiscal Alberto Nisman, fue detenido el lunes pasado y trasladado al penal de Marcos Paz. Allí no sólo está preso el ex ministro de Planificación del gobierno anterior, Julio De Vido –otro interno primario–; también están los represores Christian Von Wernich y Alfredo Astiz, el ex jefe de la Policía de Santa Fe Hugo Tognoli, y el ex intendente de Itatí acusado por narco Natividad Terán.
Santos está imputado en un expediente que se abrió en Uruguay el 15 de diciembre de 2010, y que cuenta con otros dos detenidos.
La jueza montevideana Graciela Gatti es la que pide la extradición del manager para que sea juzgado en el vecino país. En la resolución –a la que tuvo acceso PERFIL– destaca los testimonios de tres modelos que declararon bajo reserva de identidad, y que ligaron a Santos con la investigación.Una de ellas, de 17 años, contó en detalle el rol que cumplía el representante de modelos. “Santos nos evaluó físicamente y dijo que iríamos a una fiesta sexual”, le dijo a la jueza.
Las tres víctimas aseguran que deseaban ser modelos. “En una ocasión las hizo viajar a la ciudad de Buenos Aires para que las jóvenes se presentaran como modelos en una discoteca. Al llegar permanecieron todo el tiempo con J.M.A. (N. de R.: uno de los detenidos en Uruguay), que no las dejó salir solas y hasta dormía en la habitación con ellas –destaca la jueza en el pedido detención–. Después llegó Leandro Santos, las evaluó físicamente y allí les dijeron que no irían al desfile sino a una fiesta, donde deberían mantener relaciones sexuales con hombres. Estas, si bien accedieron en ese momento, no sabían que la supuesta fiesta era una orgía, organizada en una especie de galpón en la zona de Palermo, donde según relatan en forma coincidente había muchas más mujeres que hombres, camas por todos lados, a la vista, para practicar sexo a la vista de todos y donde se practicaba sexo grupal o shows eróticos”.
“Antes de entrar, un empleado de Santos les dio 300 dólares a cada una, con lo cual se sintieron obligadas a quedarse, pero muy incómodas por la situación, logrando las víctimas no mantener relaciones sexuales con nadie, gracias a que uno de los sujetos presentes en la fiesta se apiadó de ellas y dijo que él diría que habían estado con él”, se indica en la resolución.
“Las tres jóvenes relatan que se sentían mal en el lugar y lloraron mucho. Una de ellas fue encerrada en un escritorio adonde le llevaron un hombre diciéndole el encargado del local que tenía que mantener relaciones con el mismo, cosa que en definitiva hizo”. Además, la jueza revela que Santos “conocía a empresarios de muy buen nivel adquisitivo” que estaban “dispuestos a pagar hasta 3 mil dólares” para “tener sexo con modelos”.
Un reconocido manager de modelos y artistas aseguró a PERFIL que “detrás de la figura de Santos se esconden empresarios y dirigentes poderosos” que aportaban dinero para el circuito de prostitución vip. “Si se quiebra, más de uno va a estar en problemas”, señaló.
Santos está acusado por delitos graves. En Uruguay podría pasar, como mínimo, dos años de cárcel. Pero también 12 años si recibe la pena más alta.
En el presumario iniciado por Gatti se determinó, tras varias investigaciones y el inicio de un proceso de vigilancia, que la organización sería liderada por los empresarios uruguayos J.M.A. y R.R.D, conocido éste por su apodo de “Daniel”. Para la magistrada, Santos trabajaba con ellos cuando viajaba a Punta del Este y era el nexo en Buenos Aires.
Su papá salió a defenderlo
El papá de Leandro Santos utilizó su cuenta de Facebook para responderles a los periodistas que las últimas horas intentaron contactarlo para que opine sobre la detención de su hijo. Ernesto respondió que no va a hablar y les pidió a los medios que dejen de mentir, en un posteo que horas después eliminó.
Santos aseguró que su hijo “no puede responder” por las acciones de sus modelos y aclaró que él decidió alejarse de ese ambiente. Además, dijo que Leandro es inocente y está siendo injustamente castigado.
Santos incursionó en el mundo del modelaje en 2007 con su propia marca: Leandro Santos Models.
A lo largo de los años supo conformar un staff de bellas mujeres. En Uruguay, donde se tramita la causa, encontró un lugar para hacer desfilar a sus modelos. Sin embargo, era común también ver a Santos en distintos eventos donde –simplemente– hacía acto de presencia junto a las chicas. Por aquel entonces, ya se llevaba todas las miradas Barbie Franco, hoy pareja de Fernando Burlando, actual abogado de Santos.